Por Yurij Rudensky y Gabriella Limón
La legislatura de Texas ha convocado a una sesión especial para aprobar sus nuevos mapas de distritos legislativos estatales y congresuales. El objetivo de este proceso consiste en reflejar los cambios poblacionales que han tenido lugar durante los últimos diez años según los datos del censo de 2020, que se publicaron hace muy poco. En Texas, esos cambios han sido significativos: su población creció un 13.7 por ciento y pasó de tener 25,145,561 habitantes a tener 29,145,505 habitantes entre 2010 y 2020.
Al igual que en 2011, la última vez en que se trazaron distritos, el partido republicano tiene el control absoluto sobre el proceso. Pero desde entonces, el panorama jurídico ha empeorado. Debido a un dictamen de 2013 de la Corte Suprema de los Estados Unidos que eliminó una disposición esencial de la Ley de Derecho al Voto, por primera vez en sesenta años Texas ya no tendrá que obtener la aprobación previa del Departamento de Justicia de la nación ni de un tribunal federal de Washington, DC para garantizar que sus mapas no discriminen por raza. Además, en un dictamen de 2019, la Corte Suprema también descartó la posibilidad de que los tribunales federales puedan servir de palanca de freno a la manipulación partidista de distritos, por descarada o extrema que sea.
Por lo tanto, los 150 distritos para la Cámara de Representantes de Texas, los 31 distritos para el Senado de Texas y los 38 distritos de Texas para el Congreso se trazarán bajo el control exclusivo del partido republicano, sin salvaguardas fundamentales que protejan de cualquier discriminación racial o abuso partidista. Este análisis resume las principales tendencias poblacionales de Texas de la última década, tanto a nivel estatal como en las principales regiones urbanas, y examina los efectos que esos cambios pueden tener sobre la distribución de distritos.
Principales datos para tener en cuenta:
- El 95 por ciento de las 3,999,944 personas que se sumaron a la población de Texas entre 2010 y 2020 son personas no blancas o que se describen como multirraciales.
- La población latina estuvo a tan solo medio punto porcentual de sobrepasar a la población blanca como el grupo demográfico más grande de Texas, al haber añadido el astronómico número de 1,980,796 personas en estos diez años.
- El 86 por ciento del crecimiento de la población de Texas se produjo en las tres principales áreas metropolitanas y sus alrededores, Dallas-Fort Worth Metroplex, Houston y Austin-San Antonio. Estas ciudades y sus regiones suburbanas de rápida expansión superaron ampliamente los incrementos poblacionales del resto de Texas y, entre las tres, ahora deberían agregar cuatro distritos más para la Cámara de Representantes del estado y dos distritos más para el Congreso.
- De los 20 condados de mayor crecimiento, 13 son condados suburbanos donde la población blanca disminuyó hasta un 16 por ciento durante la última década. En los últimos años, los votantes no blancos de estos suburbios demostraron una mayor capacidad de influir en los resultados de las elecciones. Lo que queda por verse durante la distribución de distritos en Texas es si este crecimiento se traducirá en más oportunidades electorales para las comunidades no blancas o si, en cambio, el “establishment” político diluirá la creciente influencia política de estas comunidades.
Análisis estatal
Texas incorporó casi 4 millones de residentes nuevos de 2010 a 2020 y se convirtió, por mucha diferencia, en el estado de mayor crecimiento de la última década. De acuerdo con las cifras de 2019, aproximadamente la mitad de este aumento se lo atribuye al crecimiento natural de la población y la otra mitad, a la inmigración internacional y la migración interna. Hasta 2019, California, Florida y Georgia fueron los principales estados de donde provino la mayoría de los nuevos habitantes de Texas, donde se calcula que durante solo ese año se radicaron más de 350,000 personas de otros estados.
Este importante crecimiento poblacional no se distribuyó con uniformidad entre los distintos grupos étnico-raciales. Solamente la comunidad latina fue responsable por el 50 por ciento de todo el crecimiento de la población de Texas de los últimos diez años: se sumaron casi 2 millones de personas y por tan solo medio punto porcentual casi se convierte en el grupo étnico más grande del estado. Las poblaciones negras y asiáticas también aportaron más de medio millón de personas cada una. Ocurre todo lo opuesto con el crecimiento moderado de la población blanca de Texas, que agregó tan solo 187,252 personas en la última década, a pesar de ser el grupo demográfico más grande del estado.
Estas tendencias demográficas siguen aplicándose cuando se considera la población ciudadana con edad de votar, que se suele utilizar en el proceso de distribución de distritos para calcular la cantidad de votantes elegibles. Más de la mitad del aumento estimado de 2010 a 2020 en los votantes elegibles se atribuyó al crecimiento de la población latina, y las tres cuartas partes de este aumento se debió al crecimiento de todas las comunidades no blancas en su conjunto.
El cambio demográfico de Texas de la última década también tiene un componente geográfico. Las áreas urbanas y suburbanas prosperaron, mientras que la población de las áreas rurales y de los pueblos se mantuvieron estables o se redujeron
Tres regiones metropolitanas concentraron el 86 por ciento del crecimiento de la población de todo el estado: el Dallas–Fort Worth Metroplex sumó 1,270,845 personas; el área metropolitana de Houston, 1,201,824 personas; y Austin–San Antonio, 955,835 personas. Otras ciudades más pequeñas también contribuyeron al crecimiento. Los condados donde se ubican las ciudades de El Paso, Odessa, Laredo, Lubbock y Corpus Christi también registraron aumentos considerables.
Sin embargo, en el resto del estado, la población disminuyó en 143 condados rurales. Si bien estas pérdidas fueron modestas y en su totalidad llegaron a una disminución de 97,062 personas, esta tendencia resalta la necesidad de que la representación se vuelque más hacia las ciudades y a sus áreas metropolitanas.
Análisis regional
Concentrarnos en las áreas urbanas que tuvieron el mayor crecimiento en los últimos diez años echa mejor luz sobre los cambios ocurridos en todo el estado. Los siguientes mapas muestran el cambio en el porcentaje no blanco de la población por sección del censo en los condados de las inmediaciones a las ciudades de Dallas–Fort Worth, Houston y Austin–San Antonio. Allí revelan que el rápido crecimiento de las áreas metropolitanas de Texas es impulsado por las comunidades no blancas.
El área metropolitana de Dallas–Fort Worth creció más que cualquier otra región del estado de 2010 a 2020. El 79 por ciento de este crecimiento tuvo lugar en las comunidades latinas, negras y asiáticas. Esta región tiene 4 de los 10 condados de mayor crecimiento de Texas, entre ellos, el condado de Tarrant, donde se ubica Fort Worth, segundo condado, detrás del de Harris, en registrar los aumentos absolutos más altos del estado.
Los condados suburbanos de Collin y Denton se posicionaron cuarto y séptimo entre los condados tejanos con mayor crecimiento absoluto y fueron responsables del 40 por ciento del crecimiento poblacional del Dallas-Fort Worth Metroplex. De ese crecimiento, el 80 por ciento es atribuible a la población no blanca. Estos dos condados, que en 2010 estaban compuestos por poco más del 60 por ciento de personas blancas, ahora son algunos de los más diversos de todo el estado, de acuerdo con las nuevas cifras de la Oficina del Censo. Los dos están a unos escasos puntos porcentuales de convertirse en condados con pluralidad racial. Allí las comunidades latinas y negras crecieron considerablemente, y la comunidad asiática se expandió a un ritmo vertiginoso, con un aumento de más del doble comparado con el 2010.
Esta transformación demográfica de las áreas suburbanas de Dallas-Fort Worth ha sido acompañada por cambios económicos y políticos. La población del condado de Collin se duplicó desde 2010, y, al mismo tiempo, su densidad de población aumentó un 30 por ciento y su índice de empleo creció un 77 por ciento. El desarrollo inmobiliario también ha prosperado, ya que ciudades suburbanas como Frisco, Plano y McKinney han visto un crecimiento explosivo.
La esfera política también ha cambiado. En los condados de Tarrant, Collin y Denton, varias coaliciones multirraciales están influenciando cada vez más en la política de la región. En 2020, una candidata afrolatina de los suburbios de Dallas, Candace Valenzuela, estuvo a un punto y medio de ganar un escaño en el Congreso. El mismo año, Lulu Siekaly casi se convierte en la primera árabeamericana de Texas en ocupar un escaño en el Congreso, principalmente por haber obtenido una inmensa cantidad de votos de la comunidad asiática en el condado de Collin.
Según los cálculos, los condados de rápido crecimiento que componen el área de Dallas-Fort Worth deberían obtener de las regiones del estado que se han achicado o estancado un distrito y un tercio más para la Cámara de Representantes del estado y más de tres cuartos de un distrito más para el Congreso. Incluso dentro del Metroplex, su representación debería reflejar sus cambios poblacionales: los condados de Collin y Denton han crecido en comparación con los demás y ahora tienen una población a la que correspondería un distrito y medio más para la Cámara de Representantes del estado y medio escaño más para el Congreso.
Si miramos el área metropolitana de Houston, vemos el mismo patrón. La región sumó 1.2 millones de personas de 2010 a 2020, principalmente en los condados de Harris, Fort Bend y Montgomery. Solo el condado de Harris aportó el 16 por ciento de todo el crecimiento poblacional del estado durante la última década.
Las comunidades latinas, negras y asiáticas fueron responsables de la mayoría de los aumentos poblacionales de todos los condados del área de Houston: representaron el 48 por ciento, el 18 por ciento y el 17 por ciento, respectivamente, de todos los aumentos. En cuatro condados, entres ellos el de Harris, la población blanca disminuyó. Esto quiere decir que el aumento de 638,686 personas en la población de Houston es exclusivamente atribuible al crecimiento de los grupos no blancos.
El ritmo de crecimiento demográfico de Houston fue superado por el de los condados suburbanos, tales como el de Fort Bend, que registró un aumento del 41 por ciento, principalmente impulsado por las comunidades no blancas. De hecho, allí el aumento en las poblaciones latinas, asiáticas y negras representa el 85 por ciento del crecimiento del condado. Mientras que en muchos condados fueron las poblaciones latinas las que tuvieron los mayores aumentos, en Fort Bend fueron las comunidades asiáticas las que aportaron el mayor incremento. Fort Bend es ahora 30 por ciento blanco, 24 por ciento latino, 22 por ciento asiático, 20 por ciento negro y 3 por ciento multirracial. Y se ha convertido en el condado más diverso de Texas. Esta evolución demográfica coincide con un cambio político: en 2018, Fort Bend eligió a KP George, ciudadano estadounidense originario de India, como su mayor autoridad, el juez del condado, convirtiéndose así en la primera persona no blanca en asumir ese cargo. Y después de votar por el partido republicano durante más de una década, Fort Bend se volvió demócrata en todas las principales elecciones desde 2016.
Lo mismo ocurrió en el condado de Montgomery, que creció el doble que el condado de Harris. Sigue siendo mucho menos diverso que Fort Bend, con el 60 por ciento de su población blanca, el 26 por ciento latina, 5 por ciento negra, 3 por ciento asiática y 4 por ciento multirracial. Pero las poblaciones asiáticas, negras y latinas de Montgomery crecieron un 129 por ciento, un 84 por ciento y un 73 por ciento, respectivamente, muchísimo más que el crecimiento del 14 por ciento que registró la población blanca. Estas tendencias demográficas sugieren que también Montgomery pronto se convertiría en un condado con pluralidad racial.
Dados estos cambios de la última década, el área metropolitana de Houston ahora tiene una población a la que le correspondería un distrito y un tercio más para la Cámara de Representantes del estado y unos ocho décimos más de un distrito para el Congreso. Solo el condado de Fort Bend podría tener fácilmente cuatro distritos para la Cámara de Representantes del estado y debería obtener los mayores incrementos de representación.
La región de Austin-San Antonio se ha definido como “la próxima mega área metropolitana” de Texas gracias al increíble crecimiento que ha tenido durante los últimos diez años. La capital del estado y San Antonio están conectadas desde siempre por la autopista Interestatal 35. En los últimos años, estas dos ciudades han crecido tanto que se han acercado, formando así un área metropolitana extensa parecida al Dallas-Fort Worth Metroplex y a la región metropolitana de Houston.
En total, esta área de Austin-San Antonio sumó 955,835 personas durante la última década. Las comunidades latinas fueron el grupo étnico de mayor crecimiento, con el 43 por ciento del incremento de la región, o un incremento de 408,653 personas. Los condados de Bexar, Travis y Williamson fueron algunos de los condados más grandes de la región y se posicionaron tercero, quinto y noveno, respectivamente, entre los condados de mayor crecimiento poblacional del estado.
Al igual que en las otras áreas metropolitanas de Texas, el crecimiento en la región de Austin-San Antonio fue impulsado por las comunidades negras, latinas y asiáticas, que representan el 61 por ciento de todo el incremento. En el condado de Bexar, donde se ubica San Antonio, la comunidad latina contribuyó con el 60 por ciento del crecimiento del condado. En todas las categorías demográficas, poco más de la mitad de la nueva población de este condado se mudó allí durante la última década y el resto fueron nuevos nacimientos.
En cambio, otros condados de esta región que vienen creciendo desde hace menos tiempo, como los de Hays y Comal, se atribuyó la mayor parte de su incremento poblacional a los nuevos residentes que se mudaron allí, a medida que los terrenos vacíos se iban convirtiendo en nuevas viviendas para las personas que viajan por trabajo a Austin y San Antonio. Estos condados crecieron más rápido que los demás condados del estado, con un crecimiento del 50 por ciento cada uno. Le siguió muy de cerca el condado de Williamson, al norte de Austin, con un crecimiento del 44 por ciento. Poco menos de las tres cuartas partes de su población nueva provino de otros sitios de los Estados Unidos.
Sin embargo, este crecimiento acelerado trae consecuencias. El desplazamiento de residentes negros y latinos que desde siempre vivían en la zona metropolitana de Austin hizo que la ciudad debiera crear un cargo oficial para la prevención del desplazamiento de comunidades y así mitigar los efectos de esta gentrificación. La infraestructura también se ha deteriorado debido a la explosión demográfica de la región. Con los 28.9 millones de millas que viajan todos los días los conductores solamente del condado de Bexar, el tráfico de la región se pone muy congestionado.
Pero desde el punto de vista de la distribución de distritos, las cosas están claras: al igual que las otras áreas metropolitanas del Texas, Austin-San Antonio debería tener un aumento de representación tanto a nivel estatal como federal. Según su población, esta región debería obtener casi dos escaños más en la Cámara de Representantes del estado y tres cuartas partes más de un escaño en el Congreso.
Conclusión
El crecimiento de Texas de la última década ha sido astronómico y casi exclusivamente impulsado por las personas no blancas. Durante este ciclo de distribución de distritos, lo que se pone en riesgo es el poder político de las crecientes comunidades latinas, negras y asiáticas de las ciudades y las regiones suburbanas de Texas de rápida diversificación. Queda por verse si estas comunidades recibirán los aumentos de representación que deberían por sus crecimientos poblacionales o si, en cambio, verán cómo una nueva ola de manipulación de distritos diluye su poder político.