Las máquinas de votación que cuentan las boletas de papel son confiables gracias a numerosas medidas de seguridad que detectan cualquier problema. Las máquinas de votación son seguras, rápidas y un método moderno para contar votos.
En primer lugar, pocas jurisdicciones con más de 1,000 votantes cuentan los votos a mano. En la mayoría de los lugares, los votantes marcan una boleta de papel con un bolígrafo o una máquina con pantalla táctil que imprime los candidatos o medidas que eligió el votante. Luego, el votante puede verificar que las opciones enumeradas reflejen con precisión sus decisiones antes de que la boleta pase por un escáner que suma todos los votos.
El movimiento a favor del conteo manual viene de teorías de conspiración sin ningún fundamento, pero también hace alusión a la preocupación válida de que cualquier sistema de votación, incluida la votación automática, podría tener partes que es necesario proteger. Para abordar estas preocupaciones, es esencial darle mantenimiento al equipo de votación, mantener los programas actualizados y tener protocolos de seguridad estrictos.
La mayoría de los estados requieren que sus máquinas de votación cumplan con los estándares de seguridad federales o estatales. También realizan pruebas de precisión en las máquinas antes de cada elección y la mayoría realiza auditorías de tabulación de rutina después de la elección. Estas son algunos de los procedimientos más seguros, y se deben expandir y emular a nivel nacional.
Los conteos manuales son una herramienta importante en las auditorías posteriores a las elecciones, donde los funcionarios cuentan pequeñas muestras para verificar los resultados contados por máquinas. Pero contar completamente a mano no es práctico en ningún lugar más grande que las jurisdicciones más pequeñas. Además, los estudios muestran que el conteo manual de boletas produce más errores que la tabulación automática.
Por ejemplo, en un experimento de la Universidad de Rice que usó solo 120 boletas, las personas que contaron a mano acertaron solo el 58 por ciento de las veces. Ahora imagina multiplicar eso por 100 o 1,000.
Además, contar a mano es lento. Estados Unidos tiende a tener boletas más largas que en otros países. Contar todas las contiendas electorales a mano conlleva demoras, lo que a su vez genera incertidumbre y da lugar a reclamos infundados de fraude.
En lugar de volver al conteo manual poco práctico y propenso a errores, deberíamos trabajar para mejorar y modernizar nuestros sistemas de máquinas en todo el país, protegerlos de los ataques cibernéticos y actualizar los equipos. También debemos promover las mejores prácticas para garantizar un conteo preciso, como pruebas de lógica y precisión en las máquinas y buenas auditorías después de las elecciones.