Se prevé que la legislatura de Georgia apruebe sus nuevos mapas de distritos legislativos estatales y congresuales en una sesión especial que comienza el 3 de noviembre. El objetivo de este proceso consiste en reflejar los cambios poblacionales que han tenido lugar durante los últimos diez años según los datos del censo de 2020, que se publicaron hace muy poco. En Georgia, esos cambios han sido significativos: su población creció un 10.5 por ciento y pasó de tener 9,687,653 habitantes a tener 10,711,908 entre 2010 y 2020.
Al igual que en 2011, la última vez en que se trazaron distritos, el partido republicano tiene el control absoluto sobre el proceso. Pero desde entonces, el panorama jurídico ha empeorado. Debido a un dictamen de 2013 de la Corte Suprema de los Estados Unidos que eliminó una disposición esencial de la Ley de Derecho al Voto, Georgia ya no tendrá que presentar sus mapas ante el Departamento de Justicia de la nación ni ante un tribunal federal de Washington, DC, para que garanticen la no discriminación racial. Será la primera vez en sesenta años que Georgia no necesitará una aprobación previa para aplicar sus mapas. Además, en un dictamen de 2019, la Corte Suprema también descartó la posibilidad de que los tribunales federales puedan servir de palanca de freno a la manipulación partidista de distritos, por descarada o extrema que sea.
Por lo tanto, los 180 distritos para la Cámara de Representantes de Georgia, los 56 distritos para el Senado de Georgia y los 14 distritos de Georgia para el Congreso se están trazando bajo el control exclusivo del partido republicano, sin salvaguardas fundamentales que protejan de cualquier discriminación racial o abuso partidista. Este análisis resume las principales tendencias poblacionales de Georgia de la última década, tanto a nivel estatal como en el área metropolitana de Atlanta, y examina los efectos que esos cambios pueden tener sobre la distribución de distritos.
Principales datos para tener en cuenta:
- La población georgiana latina, negra, asiática y multirracial, en su conjunto, es responsable por todo el crecimiento poblacional de Georgia entre 2010 y 2020. La población blanca se redujo tanto en comparación con los demás grupos como en términos absolutos durante la última década.
- El 51 por ciento del crecimiento poblacional del estado se concentra en cinco condados del área metropolitana de Atlanta: Gwinnett, Fulton, Cobb, Forsyth y DeKalb. La expansión poblacional de estos condados superó la de todos los demás y ahora deberían ver un aumento en su representación, por ejemplo, deberían obtener tres distritos más para la Cámara de Representantes del estado.
- En los últimos años, el rápido crecimiento de las comunidades no blancas ha influenciado en la política de las áreas suburbanas de Atlanta, ya que varias coaliciones multirraciales han presionado y logrado obtener cada vez más poder político. Dado que las áreas suburbanas de Atlanta probablemente se conviertan en uno de los campos de batalla clave durante este ciclo de distribución de distritos en Georgia, el tema central que queda por verse es si la legislatura intentará socavar estos triunfos y si se negará a crear nuevas oportunidades electorales.
Análisis estatal
Georgia sumó más de 1 millón de nuevos residentes entre 2010 y 2020. Si bien varios condados del llamado Cinturón Negro de Georgia y otras comunidades rurales observaron una leve disminución en sus poblaciones durante los últimos diez años, la población del resto del estado creció vertiginosamente y Georgia se posicionó cuarto entre todos los estados que tuvieron el mayor crecimiento poblacional total. De acuerdo con los datos de 2019, aproximadamente la mitad de este aumento se debió a un crecimiento natural y la otra mitad, a la inmigración internacional y a la migración interna.
Este importante incremento poblacional no se distribuyó con uniformidad en todo el estado ni entre todos los grupos raciales. De hecho, la población blanca de Georgia se redujo en la última década, tanto en términos absolutos como relativos. En 2020, hay 51,764 menos residentes blancos que los que había en 2010. Esta disminución de la población blanca pone de relieve el incremento de las poblaciones negras, latinas, asiáticas y multirraciales: estas comunidades son responsables del 100 por ciento del crecimiento poblacional del estado. En términos absolutos, las poblaciones negras y latinas de Georgia fueron las que más crecieron: sumaron 367,319 y 269,768 personas, respectivamente. La población asiática agregó a 163,988 personas con un porcentaje de crecimiento del 53 por ciento desde 2010, la tasa más alta entre los distintos grupos raciales. Estas tendencias demográficas siguen aplicándose cuando se considera la población ciudadana en edad de votar, que se suele utilizar en el proceso de distribución de distritos como la variable alternativa para calcular la cantidad de votantes elegibles.
Dado que la expansión poblacional del estado se concentra en ciertos bolsillos geográficos, principalmente en regiones urbanas y suburbanas, el número de distritos que les corresponde a estas áreas debería aumentar. De hecho, durante la última década, las poblaciones de muchos condados rurales se redujeron o se mantuvieron estables. En tanto, las regiones alrededor del área metropolitana de Augusta y Savannah tuvieron aumentos considerables, y la población del área metropolitana de Atlanta registró un crecimiento astronómico.
Los condados de Fulton, Gwinnett, Cobb, Forsyth y Dekalb, todas comunidades de rápida diversificación que comprenden la ciudad de Atlanta y algunos de sus suburbios, sumaron un total de 524,202 personas, o, dicho de otro modo, aportaron poco más de la mitad del aumento poblacional total del estado de 2010 a 2020. Según los cálculos, estos condados de rápido crecimiento en la zona metropolitana de Atlanta deberían obtener, de las regiones de Georgia que se redujeron o estancaron, tres distritos más para la Cámara de Representantes del estado y aproximadamente dos tercios de un distrito más para el Congreso. Resta por verse si la legislatura estatal aumentará realmente la representación que les correspondería a Atlanta y a sus suburbios o utilizará las poblaciones de otras partes del estado para minimizar la influencia política de las urbes.
Análisis regional
Concentrarnos en los condados del área metropolitana de Atlanta echa mejor luz sobre las tendencias observadas en todo el estado. Como era de esperarse, las comunidades negras, latinas y asiáticas son responsables de la mayor parte del crecimiento poblacional en la región más pujante del estado, donde viven casi 4 de cada 10 georgianos. El siguiente mapa, que muestra el cambio en el porcentaje no blanco de la población por sección del censo de 2010 a 2020, revela cómo este crecimiento ha transformado algunos de los suburbios de Atlanta que pasaron de tener una predominancia blanca a una pluralidad multirracial.
Muchas de estas regiones se conocieron alguna vez como el destino del “éxodo” de las comunidades blancas durante la última parte del siglo veinte. Hoy en día, muchas tienen pluralidades étnicas y raciales. En gran medida, esto se debe a una migración interna considerable desde otras ciudades de los Estados Unidos, como Nueva York, Miami y Chicago. Muchas de las personas que se mudan al área metropolitana de Atlanta son jóvenes profesionales negros, parte de una Gran Migración inversa en la que muchísimas personas negras vuelven al Sur un siglo después de que millones de sus ancestros se hubieran escapado de la segregación impulsada por las leyes Jim Crow en busca de oportunidades en otras partes del país.
La inmigración internacional también ha sido un gran motor del crecimiento de la región de Atlanta desde 2010. En los condados de Cobb, DeKalb, Forsyth, Fulton y Gwinnett, viven prósperas comunidades de inmigrantes. En el condado de Gwinnett, por ejemplo, un cuarto de sus residentes nació en otro país, de los cuales casi el 20 por ciento inmigró a los Estados Unidos durante la última década. La localidad de Clarkston, en el condado DeKalb, se la ha llamado la nueva Isla Ellis del Sur, “una de las comunidades de inmigrantes más prósperas del mundo”. Estos patrones migratorios han contribuido al crecimiento de las poblaciones negras, latinas, asiáticas y multirraciales del área metropolitana de Atlanta.
Estos cambios demográficos han tenido verdaderas consecuencias políticas. Los demócratas Joe Biden, Raphael Warnock y Jon Ossoff ganaron contiendas reñidas en este estado durante las elecciones de 2020, principalmente gracias a sus triunfos entre los votantes del área suburbana de Atlanta, que cada vez es más racialmente diversa. Sin embargo, lo que a veces se pasa por alto son los cambios ocurridos a nivel estatal y local. Desde 2018, tres condados suburbanos eligieron a su primer sheriff negro, y el electorado del condado de Gwinnett eligió a su primera senadora asiática del estado, junto con otras 20 mujeres negras que hoy ocupan cargos estatales, regionales y municipales. Claramente los votantes no blancos y las nuevas coaliciones multirraciales se están convirtiendo en una fuerza política cada vez más efectiva.
Al mismo tiempo, este mayor poder político podría recibir un contraataque. Es casi seguro que, en virtud de la Ley de Derecho al Voto, se intente impugnar cualquier plan de distribución de distritos que no permita crear más oportunidades electorales para sus votantes no blancos o que incluso desmantele distritos donde han triunfado los votantes no blancos. Pero queda por verse si estas impugnaciones surtirán efecto, dadas las interpretaciones cada vez más restrictivas que la Corte Suprema ha estado realizando de las leyes electorales y su tendencia a permitir la manipulación partidista de distritos.
Conclusión
La población de Georgia ha experimentado una profunda evolución durante la última década. Que este nuevo ciclo de distribución de distritos refleje o no la rápida expansión poblacional y su diversificación, en especial en los suburbios del área metropolitana de Atlanta, será clave para explicar el panorama electoral de Georgia.