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Recurso

El voto no ciudadano es extremadamente infrecuente

Este recurso compila las alegaciones que dicen que votan grandes cantidades de personas no ciudadanas y demuestra que todas, en realidad, reflejan cifras extremadamente pequeñas. También resume las investigaciones independientes realizadas sobre el tema.

Última Actualización: Septiembre 17, 2024
Publicado: Enero 25, 2017

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Hace años que el Brennan Center ha estado recabando estudios que demuestran que el fraude electoral es extraordinariamente infrecuente. A continuación, presentamos un resumen de los últimos acontecimientos y estudios sobre un subtipo de alegaciones de fraude electoral: la alegación de que están votando grandes cantidades de personas no ciudadanas que no pueden votar.

En 2024, algunos funcionarios estatales electos han dicho haber identificado a muchas personas presuntamente no ciudadanas registradas para votar. Algunas de estas figuras políticas ya han admitido que estas búsquedas probablemente incluyan a ciudadanos naturalizados. Aún no tenemos suficiente información como para evaluar estas alegaciones en profundidad. Pero, tal como se detalla a continuación, toda vez que un estado ha realizado este tipo de investigaciones en el pasado, el resultado es el mismo: los incidentes reales de voto no ciudadano no son acontecimientos significativos.

Hay estudios exhaustivos que demuestran que el voto no ciudadano es extremadamente infrecuente

  • La politóloga Lorraine C. Minnite de la Universidad Rutgers ha estudiado las alegaciones de fraude electoral durante más de diez años. Y ha llegado a la conclusión de que el fraude electoral, que incluye al voto no ciudadano, es “extremadamente infrecuente”. En un análisis de los primeros tres años de una iniciativa del Departamento de Justicia que buscaba descubrir casos de fraude electoral y que finalizó en 2005, descubrió tan solo 14 condenas de personas no ciudadanas por haber votado.
  • En otro estudio, Minnite evaluó todas las denuncias de conductas indebidas de votantes que recibieron las secretarías de estado de California y Oregón en más de diez años. California recibió un total de 28 denuncias de voto no ciudadano, y Oregón, cinco. De todas ellas, hubo solo cuatro condenas.
  • En 2007, el Brennan Center llevó a cabo una evaluación nacional de diez años de noticias y otras denuncias de voto no ciudadano. Los resultados indicaron que las alegaciones de voto no ciudadano que demostraron ser injustificadas son mucho más comunes que las que terminaron siendo verdad. Algunas de las afirmaciones exageradas o infundadas resaltadas en ese estudio fueron: en una investigación de 2005 sobre 1,668 residentes de Washington con “nombres que sonaban extranjeros”, no se encontró a ninguna persona no ciudadana; en una investigación del año 2000 sobre 553 personas hawaianas que se presumían haber registrado para votar cuando no eran ciudadanas, ninguna había votado; y en una investigación del 2001 en Milwaukee sobre 370,000 registros de votantes, se detectaron solo cuatro casos posibles de personas naturalizadas que votaron antes de ser naturalizadas. Aun cuando se aceptara que todas las alegaciones de voto no ciudadano fueran verdad, los casos de voto no ciudadano habrían representado entre el 0.0002 y el 0.017 por ciento de los votos emitidos en las jurisdicciones correspondientes.
  • En 2015, tres investigaciones desmintieron categóricamente las conclusiones de un estudio de 2014 realizado por Jesse Richman que decía que el 6.4 y el 2.2 por ciento de personas no ciudadanas votó en las elecciones de 2008 y 2010, respectivamente. Uno de los autores de la investigación que criticó al trabajo de Richman señaló sobre el estudio refutado: “Como miembro del equipo que produce los datos en los que se basó ese estudio […], puedo decir, sin lugar a dudas, que esa investigación no solo es incorrecta, sino también un uso irresponsable de las ciencias sociales y nunca debería haberse publicado siquiera”. En 2020, el Instituto Cato, de tendencia conservadora, también reprochó el estudio de 2014. Y en 2023, hasta el mismo Richman presentó un informe pericial para un caso en el que analizó los registros de votantes y registros del DMV de Arizona y descubrió que tan solo 1,934 votantes tenían registros que indicaban que no eran ciudadanos al momento de registrarse o después. Suponiendo que este número es correcto, este representa tan solo el 0.04 por ciento de todo el registro de votantes de Arizona de 4 millones de personas y corresponde a una pequeña fracción del número de personas no ciudadanas que Richman había afirmado que habían votado en su estudio original.
  • En 2016, el Brennan Center realizó una encuesta nacional a 44 administradores electorales que representaban a 42 jurisdicciones en 12 estados, entre ellas ocho jurisdicciones de las 10 con las mayores poblaciones de personas no ciudadanas del país. En todas estas jurisdicciones, las autoridades electorales que supervisaron el cómputo de 23.5 millones de votos en las elecciones de 2016 derivaron tan solo unos 30 incidentes presuntos de voto no ciudadano para su posterior investigación o procesamiento judicial. Esto es el 0.0001 por ciento de los votos emitidos en esas elecciones.

Las investigaciones estatales no han descubierto casi ningún caso de voto no ciudadano

  • Una encuesta realizada en 2010 a fiscales de condados en Minnesota reveló que, en los 18 meses siguientes a las elecciones de 2008, se habían investigado tan solo nueve incidentes posibles de voto no ciudadano de entre los 2.9 millones de votos emitidos. Ninguno de los nueve incidentes terminó en condena.
  • La secretaría de estado de Nuevo México estudió la lista del estado de 1.2 millones de votantes en 2011. Y derivó solamente nueve casos a la fiscalía general del estado para que investigara la condición de ciudadanías de esos votantes.
  • En 2012, la secretaría de estado de Florida evaluó una lista de 180,000 personas posiblemente no ciudadanas que se dispuso a eliminar a pedido del gobernador. Pero después de que se detectaron y resolvieron todos los errores que tenía la lista, se eliminaron solo 85 nombres de los padrones electorales como presuntos no ciudadanos y una sola persona fue condenada por fraude.
  • En 2012, después de que la secretaría de estado de Míchigan afirmó que se habían registrado para votar hasta 4,000 personas no ciudadanas, una revisión de esa lista dio como resultado la derivación de tan solo 10 personas a la fiscalía general del estado para su correspondiente investigación, porque esas personas sí habían votado.
  • También en 2012, la secretaría de estado de Colorado identificó solamente a 35 personas en sus padrones electorales que supuestamente no eran ciudadanas y habían votado. Esta investigación se realizó a raíz de la alegación original de la secretaría de que había 11,805 personas no ciudadanas registradas para votar.
  • En una carta enviada en 2013 a la Asamblea General de Carolina del Norte, el director ejecutivo de la Junta Electoral detalló cada caso posible de fraude electoral que había encontrado en el estado de 2002 a 2012. Durante esos años, la Junta Electoral derivó 58 casos posibles de voto no ciudadano a las fiscalías para su investigación. Considerando que se emitieron 19.5 millones de votos durante ese período y suponiendo que cada una de esas alegaciones fuera verdadera, el voto no ciudadano habría compuesto el 0.0003 por ciento del total de votos.
  • En una revisión de los listas de registro de votantes de 2013 y 2015, la secretaría de estado de Ohio concluyó que 44 personas no ciudadanas votaron en al menos una elección desde el año 2000. A modo de referencia, se emitieron 3.26 millones de votos en Ohio solamente en 2015. “Ninguno de estos votos no ciudadanos afectaron el resultado de las elecciones”, dijo el secretario de estado de Ohio John Husted al periódico Columbus Dispatch.
  • Iowa utilizó $250,000 entre 2012 y 2014 para investigar a posibles votantes no ciudadanos. Comenzó con 3,000 personas registradas para votar que en algún momento se habían identificado como no ciudadanas. Eso terminó en la investigación de 147 personas que habían votado, muchas de las cuales se comprobó que eran ciudadanas. Después de dos años de investigación, las fiscalías de condados imputaron cargos solo contra 10 personas presuntamente no ciudadanas.
  • La secretaría de estado de Nevada efectuó en 2016 una auditoría a nivel estatal de sus padrones electorales e identificó a tan solo tres personas no ciudadanas que se habían registrado y votado en las elecciones de 2016. Considerando que votaron más de 1.1 millones de personas en Nevada en esas elecciones, el voto no ciudadano constituyó el 0.0003 por ciento del total.
  • También en 2016, la Junta Electoral del Estado de Carolina del Norte anunció que 41 personas no ciudadanas habían votado en las elecciones de 2016. El Departamento de Justicia federal imputó a 19 personas extranjeras por haber votado ilegalmente en 2016 en todo el país, lo que habría representado el 0.0003 de todas las boletas emitidas en Carolina del Norte durante esas elecciones.
  • En 2017, la secretaría de estado de Ohio anunció que 126 personas no ciudadanas habían votado desde 2013, entre ellas 82 en 2017 que la secretaría derivó a la justicia para su investigación. Suponiendo que estas alegaciones fueran verdad, aun cuando todos estos votos se hubieran emitido en el mismo año, el voto no ciudadano habría compuesto el 0.0015 por ciento de los aproximadamente 8 millones de votos que se emiten en Ohio en cada elección.
  • En 2019, Texas identificó a casi 100,000 votantes en sus padrones electorales como presuntamente no ciudadanos. Un tribunal federal le prohibió al entonces secretario de estado interino de Texas, David Whitley, purgar a estos votantes, muchos de los cuales eran, en realidad, ciudadanos naturalizados. El tribunal clasificó los esfuerzos de Whitley como “una solución en busca del problema”.
  • En 2020, después de una investigación sobre presuntos casos de voto no ciudadano, la secretaría de estado de Ohio derivó 104 posibles incidentes de haberse registrado para votar siendo no ciudadanos y 13 de haber votado siendo no ciudadanos para su procesamiento judicial. Suponiendo que esta última cifra fuera real, los votos no ciudadanos emitidos habrían correspondido al 0.00016 por ciento de los votos emitidos en las elecciones primarias y generales de ese año. En un esfuerzo por contextualizar esta cifra, el secretario de estado de Ohio admitió que “el fraude electoral es extremadamente infrecuente”.
  • En 2022, la secretaría de estado de Georgia llevó a cabo una revisión de la condición de ciudadanía de los votantes que figuran en los padrones electorales estatales y reveló que no pudo verificar la ciudadanía de 1,634 personas que habían solicitado registrarse para votar, pero que los procedimientos de registro del estado habían detectado a estas personas y que, en efecto, ninguna había votado.

Varias encuestas realizadas por la prensa en todo el país confirmaron que el voto no ciudadano es prácticamente inexistente

  • Después de las elecciones de 2016, el New York Times encuestó a autoridades electorales y funcionarios judiciales en 49 estados y el Distrito de Columbia. Descubrieron dos casos posibles de voto no ciudadano entre los 137.7 millones de votantes de todo el país.
  • El Washington Post también llevó a cabo una encuesta después de las elecciones de 2016. Recopiló informes de la base de datos de Nexis. En total, el Washington Post encontró cuatro casos demostrados de otros tipos de fraude electoral, pero ninguno de voto no ciudadano.
  • News21, un proyecto de periodismo de investigación de la Universidad Estatal de Arizona, evaluó todos los casos denunciados de fraude electoral entre el año 2000 y 2012. Halló 56 casos presuntos de voto no ciudadano. Aun suponiendo que todas estas alegaciones fueran reales y que todos los supuestos votantes no ciudadanos hubieran votado en 2016, habrían sumado aproximadamente el 0.00004 por ciento de todos los votos emitidos.

Las alegaciones pasadas de entidades y figuras públicas sobre casos de voto no ciudadano han sido desmentidas

  • Durante 2016 y 2017, la Public Interest Legal Foundation (PILF por sus siglas en inglés), una organización jurídica conservadora, publicó dos informes que supuestamente demostraban que miles de personas no ciudadanas se habían registrado para votar en Virginia. Los informes incluían las direcciones postales y los números de teléfono de muchas personas inocentes, entre ellas, ciudadanas estadounidenses. Cuatro de esas personas ciudadanas demandaron a la fundación PILF por difamación e intimidación de votantes. El caso se cerró con un acuerdo en 2019, y el líder de PILF tuvo que publicar una disculpa por escrito.
  • En 2018, el conductor televisivo de Fox Lou Dobbs afirmó que numerosas personas inmigrantes ilegales votaron en las elecciones de medio término de noviembre de 2018. Pero nadie que haya investigado esta alegación pudo encontrar ninguna prueba que la respaldara.
  • Durante noviembre y diciembre de 2020, Rudy Giuliani, abogado de Donald Trump, afirmó falsamente que una enorme cantidad de votantes no ciudadanos habían votado en Arizona en las elecciones de 2020 cuando dijo que “como mínimo son 40 o 50,000, y la realidad es probablemente de unos 250,000”. Giuliani quedó inhabilitado para ejercer como abogado en Nueva York por haber violado reglas estatales de conducta profesional de abogados, específicamente por realizar, a sabiendas, afirmaciones falsas o deshonestas y “mostrar una conducta de deshonestidad, fraude, engaño o mentiras…”.
  • En 2024, la conductora televisiva de Fox Maria Bartiromo afirmó que se estaba registrando a personas inmigrantes para votar en una ciudad de Texas, afuera de un centro estatal de licencias de conducir. Las autoridades electorales locales y el líder local del partido republicano confirmaron que no había ninguna prueba que respaldara este dicho.

No es sorpresa que el voto no ciudadano sea algo raro. Además de una pena de prisión y altísimas multas, cualquier persona no ciudadana que vote en una elección podría arriesgarse a que la deporten o a que se descarrile su proceso de naturalización. Además, muchas personas indocumentadas no quieren interactuar con el gobierno y sus funcionarios.

Traducción de Ana Lis Salotti.