En 2022, el Brennan Center espera que se siga observando este tipo de esfuerzos para restringir el acceso al voto y permitir que actores partidistas saboteen las elecciones. Para comienzos de 2022, ya son por lo menos 27 las legislaturas estatales que han presentado o avanzado 250 proyectos de ley que limitan el acceso al voto por correo e imponen requisitos nuevos o más estrictos de identificación de votantes para inscribirse para votar o durante la votación en persona. Otras tendencias restrictivas incluyen la incorporación de nuevos obstáculos para los votantes con discapacidades, la limitación o eliminación del registro de votantes el mismo día de la votación y nuevos requisitos de demostrar alguna prueba de ciudadanía. Igualmente preocupante es que estos legisladores también pretenden aumentar la interferencia partidista en la administración electoral.
El Congreso no aprobó la ley de Libertad para Votar (Freedom to Vote: John Lewis Act), que incluía medidas para fortalecer los derechos al voto y ponerle freno a la manipulación de distritos electorales, que está trazando los mapas legislativos de tal forma que debilita el poder de las comunidades latinas, negras, asiáticas e indígenas y reduce la competencia durante las elecciones. Pero la lucha no se termina aquí. Debemos seguir exigiendo una legislación federal que proteja los derechos al voto, participando en la administración de las elecciones, movilizando al electorado, realizando campañas políticas y combatiendo la desinformación.