Skip Navigation
Análisis

Demandamos al Departamento de Policía de NY para que revele sus prácticas de vigilancia por internet

Los agentes de policía llevan una década usando redes sociales y otras herramientas para vigilar con poca trasparencia o supervisión a los neoyorquinos.

Noviembre 20, 2023

Suscríbete aquí al nuevo boletín informativo del Brennan Center en español 

El Brennan Center entabló una demanda el jueves contra el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD por sus siglas en inglés) para que se den a conocer documentos públicos sobre el uso de vigilancia en las redes sociales por el departamento. Desde que el Brennan Center presentó una solicitud para acceder a los documentos públicos en enero de 2020, el NYPD ha dejado sistemáticamente de entregar los documentos dentro de plazos razonables, incluso los fijados por el mismo departamento. 

La negativa del NYPD de proporcionar acceso a lo que debe ser información pública ha privado a los neoyorquinos de la capacidad de entender las formas en que el departamento de policía vigila, recopila y usa información sobre las personas en las redes sociales. 

Esta falta de trasparencia dificulta que el público determine si las prácticas de vigilancia del NYPD en efecto aumentan la seguridad, y también que el departamento rinda cuentas por trasgredir medidas constitucionales de protección, incluidos el derecho a la privacidad y los otorgados por la Primera Enmienda. 

La información disponible muestra que durante más de una década, agentes del NYPD han usado las redes sociales para una gran variedad de propósitos, entre ellos monitorear reuniones públicas y seguir a personas y sus contactos sin pruebas de que hayan cometido delitos, todo ello con poca supervisión o rendimiento de cuentas.

Durante las manifestaciones de Black Lives Matter circularon tomas de pantalla (screenshots) de posts en las redes sociales sobre actos futuros. El departamento creó una unidad especializada de redes sociales para vigilar fiestas de fin de semana para actividades tan inocuas como aglomeraciones y quejas de ruido.

Una sigilosa “unidad de rap” siguió los perfiles en redes sociales de raperos y eventos privados en Facebook, e incluso envió a policías encubiertos a conciertos. Los oficiales de NYPD crearon perfiles en los que se hacían pasar por muchachas y enviaron solicitudes para hacerse “amigas” y mensajes a adolescentes en Facebook para crear listas de jóvenes supuestamente afiliados a pandillas.

El equipo de análisis de redes sociales en el Centro de Inteligencia del Estado de Nueva York —un “centro de fusión” en el que comparten información la policía local y estatal— usó cuentas falsas de manera similar para recopilar información sobre personas en las redes sociales. 

Las únicas medidas de política disponibles al público que regulan dichas tácticas se remontan a una solicitud de documentos de 2015 que muestra que los agentes podían crear alias en internet siempre que recibieran aprobación. Recientemente se han denegado solicitudes de documentos públicos para averiguar sobre la política del departamento acerca de la vigilancia en las redes sociales. 

En los últimos años, el NYPD ha aumentado su vigilancia en las redes sociales por medio de contratos con empresas privadas. En 2018, gastó más de $8 millon es en un contrato con Voyager Labs, que afirma usar inteligencia artificial a fin de evaluar el riesgo para la seguridad pública de las personas según el contenido de sus mensajes.

El Brennan Center reveló anteriormente que dichos productos atentan contra los derechos conforme a la Primera Enmienda y tienen un impacto desproporcionado en comunidades marginadas. Evidencia de la mayor inquietud respecto a Voyager es que Meta (dueña de Facebook e Instagram) demandó recientemente a la compañía, citando documentos obtenidos por el Brennan Center, por crear miles de cuentas falsas en Facebook que recopilan información sobre más de 600,000 usuarios. 

Los datos recopilados de otras solicitudes de documentos públicos ofrecen un vistazo sobre el tipo de recursos que el NYPD podría estar usando. Por ejemplo, la Policía del Estado de Nueva York firmó contratos con empresas que pueden obtener datos internos de X (anteriormente Twitter), Facebook e Instagram para vigilar a manifestantes. Una de esas empresas, Dataminr, pasó tuits sobre manifestaciones de Black Lives Matter directamente a la policía, mientras que otra empresa, Media Sonar, anunció su capacidad de seguir hashtags, entre ellos #PoliceBrutality y #DontShoot. 

El Brennan Center obtuvo documentos de una demanda contra el Departamento de Policía de Los Ángeles que reveló extenso monitoreo en redes sociales y la falta de evaluaciones internas del carácter o la eficacia de la vigilancia. Las miles de páginas que recibimos revelaron que el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD por sus siglas en inglés) probó una herramienta de monitoreo de redes sociales que recopiló casi 2 millones de tuits, siguió a activistas de justicia racial y hashtags como #BlackLivesMatter y #SayHerName, recopiló información de redes sociales sobre manifestaciones a favor de reformas de la policía y capacitó a sus oficiales para crear cuentas falsas a fin de obtener acceso a los usuarios en plataformas de redes sociales.

Las tácticas obstruccionistas del NYPD, desde postergar continuamente la entrega de documentos a dejar de cumplir con varios plazos, han hecho que sea prácticamente imposible determinar si el NYPD participa en tácticas similares. 

El incumplimiento por el NYPD de la Ley de Libertad de Información de Nueva York no es ninguna novedad. El Brennan Center demandó al departamento en 2016 por dejar de proporcionar documentos sobre su tecnología para predecir actividades policiales.

Tan solo este año, la New York Civil Liberties Union entabló tres demandas contra el NYPD por dejar de proporcionar documentos. Además, hace unos meses, el Surveillance Technology Oversight Project afirmó que el NYPD tiene un patrón de negarse ilegalmente a responder solicitudes de documentos públicos y mencionó demoras en más de 40,000 solicitudes en los últimos cuatro años. 

El monitoreo por el NYPD es la más reciente evolución en décadas de vigilancia dirigida a comunidades marginadas que socava sus derechos a la privacidad. Anteriormente, el NYPD usó sus lectores de placas de vehículos para vigilar a neoyorquinos que iban a ceremonias en mezquitas, puso en vigor un enérgico programa de detenciones y cacheos dirigido a comunidades minoritarias, infiltró organizaciones políticas y sus organizadores fueron investigados, además usó tecnología de reconocimiento facial que ha llevado a arrestos injustificados de estadounidenses de raza negra en todo el país, en base a errores debidos a raza.

Más recientemente, el NYPD amplió su arsenal de tecnología de vigilancia al utilizar drones para espiar en parrilladas durante el fin de semana del Día del Trabajo y lanzar un robot para que patrulle las estaciones del subterráneo, lo que suscitó preocupación de que haya mayor vigilancia y que se integre tecnología con armas y vigilancia de rostros en el futuro. 

La preocupante historia de vigilancia masiva por el NYPD hace que sea más importante que nunca recopilar información sobre cómo monitorea las plataformas de redes sociales. Ahora, tras casi tres años de retrasos, el público sigue careciendo de información adecuada sobre el uso de monitoreo en redes sociales por el NYPD.

Nuestra nueva demanda se propone asegurar que el departamento de policía ya no pueda evadir sus obligaciones de trasparencia pública. Debemos asegurar que las prácticas actuales del NYPD promuevan la seguridad pública y respeten los derechos de los neoyorquinos, en particular en las comunidades vulnerables. 

Traducción de Keynotes Translations and Editorial Services