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Análisis

Fracasó la manipulación de distritos electorales

Los votantes de Wisconsin exigieron mapas justos en una contienda judicial muy reñida.

Abril 5, 2023
Wisconsin Supreme Court
Tami Freed/Shutterstock

Tenemos una importante noticia legal lejos de cierto tribunal en Manhattan. En Wisconsin, la liberal Janet Protasiewicz derrotó al conservador Dan Kelley en la contienda por un escaño en la corte suprema estatal, con un impresionante margen de 11 puntos. Esto hace que el más alto tribunal del estado se incline en dirección progresista por primera vez en 15 años.  

Las elecciones muestran el rápido cambio en las preferencias políticas respecto a dos asuntos de importancia: el aborto y la manipulación de los distritos electorales

Con respecto a estos dos asuntos, la supermayoría de la derecha de la Corte Suprema de Estados Unidos anunció que no protegerá la igualdad de derechos en todo el país, con lo que delegó la decisión a los estados. Resulta que los votantes no favorecen las preferencias de la Federalist Society. Al igual que en las elecciones de mitad de periodo de 2022, la reacción al fallo de la Corte Suprema en Dobbs y la preocupación por el bienestar de la democracia impulsaron a los votantes a participar en las elecciones. 

La prohibición del aborto en Wisconsin es una ley que se remonta a 1849 y caducó hace tiempo, pero reapareció después de Dobbs el verano pasado. Los tribunales estatales están decidiendo si es posible aplicar la ley, que data de una era en que se prohibía votar a las mujeres. Los dos candidatos dejaron en claro su posición sobre el derecho de la mujer al aborto, y es posible que la ganadora emita el voto decisivo. Los votantes se pronunciaron enfáticamente. 


El otro asunto importante en la contienda parece más complejo, pero cada vez se reconoce más que es de enormes consecuencias. Wisconsin tiene uno de los mapas electorales más manipulados en el país. En 2011, legisladores republicanos promulgaron una manipulación agresiva, que fortaleció el poder de su partido. Wisconsin es un estado en donde ambos partidos tienen casi el mismo número de votantes, pero los republicanos tienen control ininterrumpido de ambas cámaras de la legislatura estatal desde hace más de una década. En 2012, los republicanos ganaron 60 de los 99 escaños en la legislatura estatal con apenas 48.6% del voto por ambos partidos en todo el estado. En 2014, los republicanos ganaron apenas 52% del voto pero lograron 63 escaños. 

En 2021, la mayoría conservadora de la Corte Suprema de Wisconsin decidió que el factor más importante para trazar nuevos mapas legislativos es mantenerlos, en la medida posible, lo más similares a los actuales. (Los jueces lo denominaron el principio del “menor cambio”, algo que no figura para nada en la constitución estatal). Eso no tiene mucho sentido cuando se trata de representación en un estado cambiante. Si el objetivo era conservar el poder del partido, tiene todo el sentido del mundo.    

La manipulación partidista de los mapas electorales de Wisconsin fue tan extrema que un tribunal federal dictaminó que iba en contra de la Constitución de Estados Unidos. Pero en 2019, la Corte Suprema de Estados Unidos salvó los descabellados mapas de Wisconsin cuando decidió que los tribunales federales no tienen el poder para intervenir. No hay problema, dijeron el presidente del tribunal John Roberts y los demás jueces conservadores: las cortes y constituciones estatales pueden realizar la labor.  

Protasiewicz y Kelly pelearon varios meses respecto a la manipulación de los distritos electorales. La candidata liberal denunció que los mapas existentes son “injustos” mientras que Kelly, el conservador, insistió en que la redistribución electoral es un proceso fundamentalmente político e inmune a la intervención judicial. Varios anuncios y redes sociales exigieron “mapas más justos”. Pocas veces un tema que tradicionalmente solo interesa a las personas especializadas ha sido motivo de tan intensos debates políticos.  

Se dedicaron sumas sin precedente de dinero a la campaña. Para fines de marzo, el gasto en la contienda alcanzó $37 millones. En la más reciente campaña electoral de candidatos a la corte suprema, en 2020, se gastaron $20 millones. El previo récord nacional de gasto en una campaña judicial era $15 millones. Gran parte de ello, en particular en el caso de Kelly, provino de dinero de fuentes desconocidas. Todo esto es un augurio preocupante para contiendas futuras.  

Pero por ahora, los votantes de Wisconsin se han pronunciado enérgicamente. Les importan los derechos de la mujer y la libertad reproductiva. Tal vez no los entiendan, pero les importa mucho la imparcialidad de los mapas electorales y la igualdad en la democracia. Es probable que ese mensaje se oiga mucho en los próximos meses y años.

Traducción de Keynotes Translations and Editorial Services