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Análisis

Las reformas del sistema de fianzas no aumentan el crimen

Una investigación del Brennan Center for Justice demuestra que los cambios para mejorar un sistema que perjudica a las comunidades latinas no han afectado los índices de delincuencia.

Agosto 15, 2024
Illustration of a bustling city street with a bail bonds storefront going out of business.
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Esta columna se publicó originalmente en La Opinión

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Cuando los delitos violentos aumentaron durante la pandemia de covid-19, muchas voces en la política y los medios de comunicación encontraron un chivo expiatorio fácil: la reforma del sistema de fianzas.

Pero ¿es realmente la reforma del sistema de fianzas el motivo del incremento de la delincuencia? En un nuevo informe publicado hoy, no encontramos ninguna prueba que conecte estos dos factores. Una fianza se refiere a las condiciones bajo las cuales una persona acusada de un delito puede ser liberada mientras espera su juicio. En muchos tribunales estadounidenses, estas condiciones incluyen un depósito o una garantía de dinero, y la persona solo puede ser liberada después de pagar (o dar en garantía) una cantidad determinada de dinero.

Este sistema de "fianzas monetarias" implica que la libertad de la persona puede depender, en parte, de la cantidad de dinero que tenga en el banco. También implica que las personas que no representan ningún peligro para la comunidad, pero que no tienen el dinero para pagar una fianza, pueden pasarse meses (o más) en la cárcel en espera de un juicio, mientras que las personas con acceso a un buen crédito pueden salir en libertad.

También es una fuente de desigualdades raciales en el sistema de justicia. Las investigaciones indican que las poblaciones latinas han sido mucho más afectadas por el sistema de fianzas monetarias. En primer lugar, las personas latinas tienen más probabilidades de recibir una fianza más alta que las personas blancas en la misma situación. Y aun cuando se les dé la opción de recibir una fianza, solo el 33 por ciento de las personas latinas puede pagarla.

Los intentos por cambiar este sistema injusto no son nada nuevos, pero han tomado impulso en los últimos años. Nueva Jersey casi acabó con el sistema de fianzas monetarias en 2017 gracias a una iniciativa liderada por el entonces gobernador republicano Chris Christie, mientras que Nueva York e Illinois tomaron medidas similares en 2020 y 2023, respectivamente.

Sin embargo, este tipo de esfuerzos se ha convertido en un campo de batalla política, ya que sus críticos buscan una explicación para el aumento de homicidios y delitos violentos observado en plena pandemia.

Para demostrar la relación entre la reforma del sistema de fianzas y el delito, el Brennan Center recabó datos sobre los índices de delincuencia en 33 ciudades de todo el país desde 2015 hasta 2021. Luego, identificamos cuáles de estas 33 ciudades habían implementado algún tipo de reforma del sistema de fianzas y llegamos al total de 22 ciudades.

Por último, utilizamos un método estadístico para evaluar si los índices de delincuencia eran diferentes entre las ciudades que habían implementado una reforma del sistema de fianzas y las que no.

No encontramos ninguna relación estadísticamente significativa entre las reformas del sistema de fianzas y las tendencias de delitos o delitos violentos. Dicho de otro modo, no hay pruebas claras que demuestren que la reforma del sistema de fianzas haya tenido algún efecto sobre el aumento o la disminución del delito en las ciudades que estudiamos.

Probamos métodos estadísticos para comprobar nuestros resultados, pero llegamos a la misma conclusión en todos los casos. Por ejemplo, no encontramos ninguna relación entre la reforma del sistema de fianzas y los índices de hurto (robo).

Y las iniciativas de reforma del sistema de fianzas a gran escala, como la aprobada por una enmienda constitucional en Nueva Jersey o por la legislatura de Nueva York, tampoco provocaron cambios en las tendencias delictivas.

Estos hallazgos no son nada sorprendentes. No hay una sola razón que explique el aumento o la disminución de la delincuencia, y sería increíble pensar que una sola política podría cambiar significativamente las tendencias nacionales o locales de violencia.

Otras investigaciones también han llegado a conclusiones parecidas. Además, a diferencia de la creencia generalizada de que la reforma del sistema de fianzas aumenta el delito, una reforma del sistema de fianzas a nivel estatal parece haber reducido la reincidencia en general en la ciudad de Nueva York. Un estudio diferente en varias ciudades tampoco encontró relación alguna entre la reducción del encarcelamiento y el delito.

Las críticas en contra de la reforma del sistema de fianzas se basan en la falta de conocimiento sobre cómo funcionan estas políticas. La reforma del sistema de fianzas no deja que las personas evadan la responsabilidad por sus delitos o que salgan en libertad, a pesar de representar un riesgo para sus comunidades, como algunos creen.

Estas reformas simplemente buscan acabar con la posibilidad de que alguien que legalmente se presume inocente pueda terminar en la cárcel simplemente porque no tiene suficiente dinero como para pagar una fianza.

Traducción de Ana Lis Salotti.