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Explicativo

Guía para entender el conteo oficial de las elecciones de 2024

Los funcionarios electorales realizan una serie de pasos administrativos para garantizar la exactitud del conteo de votos y los resultados finales de las elecciones.

Última Actualización: Septiembre 24, 2024
Publicado: Noviembre 3, 2022
The Roadmap to the Official Count in an Unprecedented Election
Helen H. Richardson/MediaNews Group/The Denver Post via Getty Images / Contributor
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Los resultados que se ven en la cobertura de la noche de las elecciones no son finales ni oficiales. Más bien, son la combinación de resultados extraoficiales que reportan los funcionarios electorales y de proyecciones de ciertos medios de comunicación. El proceso completo de conteo de votos implica una serie de medidas que se toman durante varias semanas. Tras verificar varias veces la exactitud de los resultados, el proceso termina cuando los funcionarios certifican la elección, según lo exige la ley.

Cada uno de estos pasos incluyen salvaguardas para proteger los derechos de los votantes y la integridad de las elecciones. Se realizan en público; representantes de ambos partidos políticos, la ciudadanía y los medios de comunicación pueden observar el proceso para asegurarse de que se realice correctamente. En cada uno de estos pasos, los votantes, los candidatos y las partes interesadas pueden recurrir a los tribunales para exigir el cumplimiento de estas salvaguardas, de ser necesario.

Desde 2020, algunos estados clave han promulgado nuevas leyes que tienen un impacto en el proceso de conteo posterior a las elecciones. En el caso más destacado, Michigan, ahora permitirá que los funcionarios locales procesen y tabulen las boletas enviadas por correo antes del día de las elecciones, lo que permitirá que los funcionarios cuenten y reporten el total de los votos más rápido. En Carolina del Norte, los funcionarios electorales deben esperar hasta que los recintos electorales cierren el día de las elecciones para empezar a tabular las boletas emitidas durante el período de votación anticipada, lo que significa que estos resultados ya no se reportarán apenas cierren las urnas. Carolina del Norte también cambió el plazo estatal para devolver las boletas enviadas por correo. Antes era posible contar las boletas, siempre que los votantes las enviaran a más tardar el día de las elecciones. Ahora, para que se cuente el voto, la oficina de elecciones debe recibir la boleta a más tardar el día de las elecciones.

Esta guía explica los pasos principales que siguen las autoridades electorales para calcular con exactitud los resultados finales de una elección y aprobarlos. En la mayoría de los casos, se explican los pasos en orden cronológico, pero es importante tener en cuenta que los plazos varían de un estado a otro y que muchos de estos pasos se realizan a la vez. Además, si bien existen muchas salvaguardas contra el fraude y la privación del derecho al voto en nuestro sistema electoral, esta guía se centra específicamente en las medidas administrativas que los funcionarios electorales toman para garantizar un conteo seguro y exacto.

1. Se reciben las boletas

Lo que sucede: Durante el día de las elecciones, los votantes emiten su voto ya sea en su lugar de votación, por correo o lugares de devolución de boletas. En el caso de la votación en persona, es necesario emitir todas las boletas antes de que cierren los recintos electorales el día de las elecciones. Según el estado, las boletas por correo se deben enviar (conforme al sello postal) a más tardar, el día de las elecciones o se deben recibir antes de que la votación termine el día de las elecciones. No se pueden emitir votos después del final del día de las elecciones. 

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Para la votación por correo y en persona, los funcionarios electorales han elaborado planes de contingencia y medidas de seguridad para cerciorarse de que cualquier falla técnica y error administrativo no impida que los votantes que reúnen los requisitos emitan su voto.

Votación por correo

  • Si un votante solicita una boleta para enviar por correo, pero no la recibe para el día de las elecciones, los estados permiten que los votantes emitan su voto en persona. Cada jurisdicción electoral tiene un método diferente para asegurarse de que los votantes emitan un solo voto. En algunos estados, el votante debe emitir una boleta provisional en el recinto electoral que solo se cuenta tras constatar que el votante no envió una boleta por correo. En otros estados, el votante debe emitir una boleta regular en el recinto electoral; si el votante envía después una boleta por correo, los trabajadores electorales anulan dicha boleta y no la cuentan.
  • Los estados cuentan con una serie de medidas de protección contra las actividades ilícitas por medio de la alteración o suplantación, entre ellas se incluyen la vigilancia en persona o por video de los buzones donde se depositan las boletas, el requisito de que equipos bipartidistas o de dos personas recojan y transporten las boletas, registros de la cadena de custodia que rastreen el movimiento y acceso a las boletas, verificación de las solicitudes y de las boletas enviadas por correo, sobres individuales para las boletas y rastreo de las boletas.
  • En muchos estados, los trabajadores electorales deben notificar a los votantes si hay algún error en los sobres de su boleta enviada por correo y darles la oportunidad de corregir dichos errores.

Votación en persona

  • Por medio de una serie de procesos conocidos en conjunto como Pruebas de Lógica y Exactitud (Logic and Accuracy Testing o L&A por sus siglas en inglés), los funcionarios electorales someten a prueba el equipo de votación utilizado para tabular los votos a fin de detectar problemas y asegurar que los votos se cuenten con exactitud. Por lo menos 47 estados realizan pruebas L&A antes de las elecciones en toda máquina utilizada en las elecciones y todos los estados requieren pruebas de por lo menos parte del equipo de votación. Casi todos los estados realizan algunas o todas estas pruebas en público.
  • Si no es posible determinar si alguien reúne los requisitos para votar debido a un error administrativo, falla técnica u otra razón, las leyes federales exigen que los estados ofrezcan al votante una boleta provisional (o una alternativa apropiada, como inscribirse el día de las elecciones), que se puede contar cuando los funcionarios electorales verifiquen que el votante cumple con los requisitos.
  • Además de las boletas provisionales, la mayoría de los recintos electorales también tienen materiales impresos alternativos que se pueden usar en caso de avería de las máquinas de votación o los libros de votación electrónicos. Estas medidas aseguran que los problemas con el equipo no impidan que los votantes que reúnen los requisitos emitan su boleta.

2. Se procesan las boletas de voto por correo

Lo que sucede: Las boletas que se devuelven por correo o en los lugares de devolución designados las debe procesar un trabajador electoral antes de que la boleta se pueda contar. Si bien este procesamiento varía en cada estado, suele consistir en confirmar la identidad y autenticidad del votante, verificar la información del votante para confirmar que esté inscrito y pueda votar, y comparar la firma en el sobre de la boleta con la de los registros.

Una vez que se verifican todos estos datos, se saca la boleta del sobre (y si fuera necesario, también del sobre de confidencialidad) y se clasifica para su tabulación. Estos pasos adicionales que se realizan para proteger la integridad de la votación por correo ayudan a explicar por qué suele tomar más tiempo contar las boletas enviadas por correo que los votos emitidos en persona.

Los plazos de procesamiento varían de un estado a otro. Algunos estados, entre ellos Arizona, Georgia, Michigan y Nevada, permiten que los funcionarios electorales empiecen a procesar boletas enviadas por correo tras recibirlas o en una fecha designada antes del día de las elecciones. Esto se suele denominar “preprocesamiento”. Otros estados, incluidos Pensilvania y Wisconsin, no permiten que los funcionarios electorales inicien el procesamiento sino hasta el día de las elecciones. Los estados que no empiezan a procesar las boletas enviadas por correo antes del día de las elecciones suelen publicar los resultados oficiales después que otros estados.

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Muchos estados tienen procedimientos para asegurar que las boletas no se rechacen automáticamente si se descubre un error durante el procesamiento. Por lo menos 30 estados —entre ellos Georgia y Nevada— requieren que los funcionarios electorales notifiquen al votante de errores con su firma (como no firmar el sobre de confidencialidad) u otros errores y le dan al votante la oportunidad de subsanar el error después del día de las elecciones. En algunos estados, es posible que los funcionarios electorales notifiquen y ofrezcan la oportunidad de subsanar el problema antes del día de las elecciones.

3. Tabulación: Se registran todos los votos

Lo que sucede: Durante la tabulación, se suman todos los votos. Las boletas emitidas en un recinto electoral se suelen tabular usando escáneres ubicados en el mismo recinto electoral. En unas cuantas jurisdicciones que todavía usan máquinas electrónicas de registro directo (DRE por sus siglas en inglés), los votos se tabulan directamente en las máquinas que usan los votantes para votar. Cada máquina de votación electrónica genera “una cinta de resultados” (que suele parecerse al recibo de una caja registradora). Si bien este proceso varía según el estado (incluso según la jurisdicción), por lo general, los trabajadores electorales calculan el total de votos que recibió cada candidato, y la propuesta legislativa usando las cintas individuales.

Después del procesamiento, los trabajadores electorales por lo general tabulan las boletas enviadas por correo de toda la jurisdicción en el local de la oficina de las elecciones u otro punto central.

En algunas jurisdicciones, los trabajadores electorales tabulan las boletas enviadas por correo en los recintos electorales. Si bien la mayoría de los estados comienzan a tabular las boletas por correo el día de las elecciones, algunos estados (entre ellos Arizona, Georgia, Michigan, Nevada y Carolina del Norte) permiten que los funcionarios electorales empiecen a tabular antes las boletas enviadas por correo siempre que no se den a conocer los resultados antes del día de las elecciones.

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo:

  • Se documentarán de manera impresa casi todos los votos emitidos este año —aproximadamente el 98 por ciento— lo que representa un incremento con relación al 93 por ciento de todos los votos en las elecciones de 2020. Esta documentación impresa, en la mayoría de los casos, es la boleta en sí que la votante marca a mano, pero tal vez sea un documento impreso que muestre las selecciones que el votante hizo en la máquina para votar. Si los funcionarios electorales tienen un motivo para creer que hay un error en el software y el total de votos que producen los escáneres es inexacto, se pueden usar estos documentos impresos para verificar la exactitud del proceso de tabulación.
  • Los trabajadores electorales deben realizar varios pasos antes de cerrar el recinto electoral y partir. Los procesos individuales varían según algunos factores como el equipo utilizado, pero por lo general incluyen imprimir la cinta de resultados de cada máquina tabuladora antes de que los recintos electorales abran para asegurar y documentar que no haya ningún voto registrado en la máquina (se suelen denominar “cintas con cero” o “zero tapes” en inglés) y resolver o, por lo menos, documentar la causa de cualquier discrepancia menor en
    • el número de los votantes que se hicieron presentes;
    • el número total de votos emitidos;
    • el número total de boletas impresas cuando abrieron los lugares de votación; y
    • el número total de boletas impresas que quedan o se estropearon.
  • Los trabajadores electorales suelen firmar estos documentos y confirmar su exactitud. Todos los formularios, hojas de cálculo y otros documentos que los trabajadores electorales llenen son de carácter público y cualquiera los puede revisar. Los funcionarios electorales revisan minuciosamente estos documentos durante el proceso de conteo.
  • Los procedimientos para cerrar las urnas requieren que los trabajadores electorales impriman dos copias de la cinta de resultados de los escáneres. Con frecuencia, los trabajadores electorales deben firmar las cintas para confirmar que son legítimas.
  • La mayoría de los estados permiten a los representantes de las campañas y de los dos partidos políticos principales observar el cierre del sitio de votación y los procedimientos de tabulación. Muchos funcionarios electorales ponen cámaras y trasmiten señales en vivo como medidas adicionales de transparencia.
  • Todas las boletas y documentos se sellan en recipientes seguros y se documentan para tener una clara cadena de custodia, a medida que los materiales se trasportan de los recintos electorales a la oficina central de las elecciones.

4. Se publican los resultados extraoficiales

Lo que sucede: También conocido como la publicación de resultados la noche de las elecciones, la divulgación de los resultados extraoficiales representa la primera oportunidad para que el público general vea el conteo total de votos.

En este paso, los funcionarios electorales transmiten el total de votos de cada recinto electoral a la oficina central por teléfono, medios electrónicos o con un dispositivo de memoria que se transporta. Estos totales, junto con el total de las boletas enviadas por correo, se suma y publica en los sitios web de elecciones municipales y estatales. Los funcionarios electorales por lo general publican resultados extraoficiales a partir de la noche de las elecciones y actualizan el total hasta que se tabulen y sumen todos los votos.

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Los sitios web sobre las elecciones con resultados extraoficiales no están conectados con las máquinas tabuladoras. En vez de ello, los trabajadores electorales reportan por separado los resultados de los recintos electorales a la oficina local de las elecciones y luego a la oficina estatal de las elecciones, con frecuencia por varios métodos, como por ejemplo, llamar con los resultados y trasportar la tarjeta de memoria con el total de votos. De esa manera, si hay un error con alguno de los métodos de reportaje, los funcionarios pueden usar el segundo para los resultados extraoficiales.

Lo más importante es que los resultados extraoficiales son eso: ¡extraoficiales! Si bien muchas personas se han lamentado en años recientes sobre la carencia de resultados la noche de las elecciones, el hecho es que los resultados que reportan los funcionarios electorales la noche de las elecciones nunca son completos ni finales.

Como se describe abajo, siempre quedan boletas por contar tras la noche de las elecciones y procesos adicionales que seguir antes de certificar las cifras oficiales. Si una falla técnica con el sitio web estatal o local interrumpe la publicación de los resultados extraoficiales, o si los resultados reportados están equivocados, los funcionarios electorales tienen la oportunidad de verificar la exactitud de todos los totales de votos antes de que los resultados sean finales.

Entre las fuentes que se pueden usar para verificar y confirmar los datos reportados la noche de las elecciones están:

  • Copias impresas de los resultados publicados en los recintos electorales durante el proceso de cierre.
  • Materiales y resultados de los recintos que se entregan a la oficina local de elecciones la noche de las elecciones,
  • Documentos del total de los resultados que los funcionarios electorales locales llevan antes de reportarlos al estado, para que se publiquen en los sitios web que reportan sobre las elecciones y
  • Fuentes externas como Associated Press, que contrata a miles de reporteros destacados en los recintos electorales y oficinas de elecciones en todo el país para reportar el total de los votos a medida que llegan.

Estos totales se reportan a los empleados de ingreso de datos, que suman los informes individuales, comparan esos totales con la información reportada en los sitios web estatales y locales, preguntan sobre irregularidades y cuestionan si algún resultado parece ser equivocado. (Contribuye a esta labor la abundante información sobre los rasgos demográficos, encuestas, tendencias de votación por correo e historia de votación de cada jurisdicción).

Por supuesto que, con casi todos los votos, existe un registro impreso de cada voto que los funcionarios pueden verificar, de ser necesario.

5. Se adjudican y se cuentan las boletas provisionales

Lo que sucede: Cuando los votantes emiten boletas provisionales, colocan esas boletas en un sobre con su información y firman una declaración jurada de que reúnen los requisitos para votar. Estas boletas se mantienen separadas de las normales. En días posteriores al día de las elecciones, los funcionarios electorales examinan la información de los sobres o formularios de declaración y revisan que toda persona que usó una boleta provisional reúna los requisitos para votar, a fin de determinar si se puede contar la boleta.

Debido a este proceso de adjudicación, las boletas provisionales, emitidas por los votantes que reúnen los requisitos, casi siempre se cuentan después del día de las elecciones y suelen ser las últimas en contarse.

Se entregan boletas provisionales a los votantes el día de las elecciones (o durante la votación anticipada) cuando hay alguna duda de si la persona puede emitir una boleta normal. Por lo general, esto sucede si el votante no llevó consigo la identificación correcta, acudió a un recinto que no le correspondía, su nombre no figura en el padrón de votación como votante inscrito o si hay algún error administrativo en el padrón electoral.

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo:

  • En el caso de los votantes que emiten boletas provisionales porque habían solicitado una boleta para enviar por correo, se cuentan las boletas provisionales apenas los funcionarios electorales determinan que el votante no envió ya una boleta por correo.
  • De igual manera, se cuentan las boletas provisionales de votantes con inscripción incierta apenas los funcionarios electorales puedan verificar su inscripción.
  • En otros casos, como cuando un votante no tiene la identificación correcta, por lo general, antes de rechazar la boleta, se le da tiempo adicional al votante para mostrar la identificación o hacer una declaración jurada.
  • En todos los casos, las leyes federales exigen que los funcionarios electorales creen un recurso para que los votantes provisionales determinen si su boleta se cuenta y, si no, el motivo por el que se rechazó.

6. Corrección de boletas: Se les da a los votantes la oportunidad de corregir errores técnicos

Lo que sucede: Por lo menos 30 estados tienen un proceso de corrección después de las elecciones cuando los votantes que emiten boletas por correo pueden corregir después de ese día de las elecciones ciertos errores (como una firma que falta o que no se corresponde con la registrada, según el estado). El tiempo que los votantes tienen para corregir errores varía de un estado a otro, pero puede ser de hasta dos o tres semanas.

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Los procesos de corrección ayudan a asegurar que no se rechacen por razones técnicas las boletas de votantes que reúnen los requisitos.

7. Escrutinio: Se realiza el conteo oficial y se resuelven discrepancias

Lo que sucede: Durante las semanas posteriores al día de las elecciones, los funcionarios electorales locales de condados o municipalidades se reúnen para determinar el conteo oficial. Este paso se llama escrutinio. Como declara la Comisión de Asistencia Electoral (Election Assistance Commission), “el propósito del escrutinio es contar todos los votos emitidos y asegurarse de que los resultados oficiales de las elecciones incluyan absolutamente todos los votos válidos”. Es en este paso que los funcionarios electorales revisan el total de la tabulación, además de la documentación de los recintos electorales sobre el número de votos emitidos, de votantes que se presentaron, las boletas que quedan y otra información importante. Las autoridades electorales pueden comparar estas cifras para resolver (o explicar) cualquier discrepancia menor en el total de los votos.

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: El proceso de escrutinio ofrece la oportunidad de descubrir y subsanar cualquier problema que surja el día de las elecciones o durante la publicación inicial de los resultados extraoficiales. A fin de promover la transparencia durante el proceso, por lo general, el público puede observar las reuniones de escrutinio. Representantes de los dos partidos políticos principales suelen observar el escrutinio. Además, algunos funcionarios trasmiten estos procedimientos en vivo por internet.

Algunos estados también documentan y publican todos los cambios realizados al total extraoficial de votos tras la noche de las elecciones. Se reportan las razones de estos cambios, además de cualquier comentario adicional, como “detectado durante el escrutinio”. En la mayoría de los casos, los cambios corrigen errores humanos sencillos, como cometer un error de cálculo, reportar el precinto equivocado o reportar resultados incompletos. Estos errores se identifican y corrigen fácilmente al revisar todos los documentos e informes en contexto.

8. Auditorías: Se verifica la exactitud de los resultados

Lo que sucede: Los estados realizan auditorías rutinarias después de las elecciones en las que los funcionarios electorales revisan automáticamente un muestreo de boletas impresas —se sospechen problemas o no— a fin de asegurar la exactitud del total de votos reportado por el software. Estas auditorías con frecuencia se hacen a la vez y como parte del proceso de escrutinio. Si bien la mayoría de los estados requieren algún tipo de auditoría después de la elecciones, algunos estados como Georgia y Pensilvania realizan “auditorías de limitación de riesgos”, que utilizan los análisis estadísticos para determinar cuántas boletas deben contarse manualmente para obtener un alto nivel de confianza en que las boletas impresas y el total producido por las máquinas de votación coinciden en que el ganador es el mismo. Los expertos en seguridad consideran que estas auditorías son  “ejemplares”.

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Además de las pruebas de lógica y exactitud previas a las elecciones, las auditorías después de las elecciones son una de las principales medidas para asegurar que el total de votos contados por el software sea exacto y fidedigno. Las pruebas L&A aseguran que los tabuladores estén operando debidamente antes de las elecciones, y las auditorías posteriores confirman que las urnas electrónicas hayan tabulado de manera precisa las boletas emitidas en los comicios. Al igual que con las pruebas de lógica y exactitud, muchos estados permiten que los partidos políticos o el público observen las auditorías posteriores a las elecciones.

9. Se realizan recuentos (de ser necesario)

Lo que sucede: Es posible que los resultados estén sujetos a un recuento durante el escrutinio o después. Si el recuento descubre alguna discrepancia, las autoridades electorales pueden actualizar los resultados y, en ciertos estados, volver a certificar las cifras finales.

Veinticuatro estados (entre ellos Arizona, Michigan y Pensilvania) requieren un recuento automático cuando el margen de victoria está dentro de un rango designado. Cuarenta y un estados permiten que un candidato que pierde solicite un recuento. Pero incluso en estos estados, los plazos varían mucho y algunos recuentos se producen antes de la certificación y otros después (con la posibilidad de actualizar los resultados certificados).

Según el estado y la razón por la que se ordena el recuento, este se puede realizar de manera automática, a mano o con una combinación de ambos.

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Los recuentos ofrecen otra oportunidad de corregir el conteo de votos si las elecciones son muy reñidas, o cuando un candidato que pierde tiene motivo para creer que se ha cometido un error con los resultados. Pero los estados también tienen requisitos para impedir que los candidatos o partidos abusen del proceso de recuento, entre ellos limitar las razones aceptables para el recuento, las personas que pueden solicitar uno y su cronograma, y en algunos casos, requerir que los candidatos que solicitan un recuento paguen su costo si no se descubren problemas.

10. Certificación: Se aprueban los resultados completos y finales

Lo que sucede: Los funcionarios estatales y locales certifican los resultados de las elecciones solamente después de un proceso de varios pasos que incluye contar todos los votos, buscar discrepancias en el total de los votos y asegurar que los resultados sean exactos.

Tras completar el escrutinio, las autoridades electorales locales aprueban formalmente los resultados finales de las elecciones locales. Los resultados de las elecciones estatales y otras elecciones que cruzan límites electorales suelen presentarse al estado —por lo general, al gobernador, a la mayor autoridad electoral o a la junta estatal— para que los certifique. Los resultados certificados representan los resultados finales y completos de las elecciones (a menos que se actualicen después de un recuento). Cada estado fija su propio plazo de certificación, que suele ser de dos a cuatro semanas después de las elecciones.

 

Pasos administrativos clave para salvaguardar la exactitud del conteo: Además de la labor que realizan los funcionarios electorales locales para validar los resultados finales, los funcionarios estatales a cargo de la certificación comparan la información que se les proporcionó durante el proceso, y dan cuenta de cualquier cambio que haya ocurrido entre los resultados extraoficiales y los resultados certificados finales.

Los funcionarios estatales también suman los resultados locales para obtener un total certificado a nivel estatal. El proceso de escrutinio y certificación puede exigir comparar el total de votos emitidos con la participación reportada de electores, confirmar que toda la documentación local se haya llenado y enviado debidamente, y revisar los problemas reportados que pueden tener un impacto en el voto total final.

En algunos casos, es posible que se hagan recuentos, auditorías posteriores a las elecciones o imputaciones legales después de la certificación y cuando estos se terminen, los funcionarios confirman el total de votos y, si es necesario, tal vez vuelvan a certificar los resultados. Cuando se finalice el total, el acto de certificar las elecciones es obligatorio; no importa si a la persona encargada no le gustan los resultados.

Los funcionarios estatales deben, por ley, certificar como ganador al candidato con el mayor número de votos. Si se intenta interferir o retrasar el proceso de certificación, hay procesos para asegurar que los resultados se certifiquen a tiempo. Los funcionarios estatales y los tribunales deben intervenir para asegurar que el proceso de certificación se complete.

Todos estos procesos rigurosos, probados con el tiempo y transparentes, aseguran que los resultados de las elecciones sean exactos y confiables.

Traducción de Keynotes Translations and Editorial Services