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Análisis

Adversarios extranjeros tienen en la mira a las elecciones de 2024 

Un reporte reciente de Microsoft revela los esfuerzos a gran escala por parte de Irán, Rusia y China para dividir la nación y degradar la confianza pública en nuestra democracia.  

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Microsoft publicó un reporte este mes detallando los esfuerzos por parte de Irán, Rusia y China para influenciar a los votantes estadounidenses antes de las elecciones de noviembre, dividir el país y hasta instar a la violencia.

El reporte detalla un ataque de phishing iraní dirigido a una campaña presidencial. El día después de su publicación, la campaña del expresidente Donald Trump citó el reporte al anunciar que habían hackeado sus comunicaciones internas. Días después, la campaña de la vicepresidenta Harris divulgó que el FBI le había notificado sobre un operativo de interferencia extranjera atacando a su campaña. Ambos anuncios recibieron, con mucha razón, amplia cobertura mediática.

En medio de esa cobertura, sin embargo, el panorama completo de las advertencias del reporte de Microsoft puede que se hayan perdido. El ataque iraní es uno entre varios intentos a larga escala por parte de adversarios extranjeros —en especial Irán, Rusia y China— por ampliar las divisiones en Estados Unidos y disminuir la confianza de las personas estadounidenses en nuestra democracia.

Las acciones por parte de actores vinculados a Irán incluyen crear páginas web de noticias falsas que contienen mensajes incendiarios sobre temas polarizantes, como los derechos LGBTQ y el conflicto entre Israel y Hamas.

Un portal web está dirigido a audiencias liberales al burlarse de Trump. Otro tiene un enfoque dirigido a los conservadores, redactando sobre política republicana y criticando el cuidado afirmativo de género. Otro actor con nexos iraníes ha empleado tácticas que incluyen hacerse pasar por grupos de activistas para sembrar división y socavar la confianza en las autoridades de gobierno.

El reporte también detalla recientes operativos con influencia maligna de Rusia. Un actor prominente utiliza videos falsificados y cuentas falsas de periodistas para difundir declaraciones falsas que después son impulsadas por portales de noticias falsos.

Estas declaraciones a menudo se han enfocado en restar la confianza en instituciones de gobierno clave, incluyendo conspiraciones de que la CIA (por sus siglas en inglés) y el FBI (por sus siglas en inglés) están trabajando para perturbar las elecciones y espiar a Trump.

Finalmente, Microsoft reporta que China, el aliado más importante de Rusia, también está trabajando para ampliar divisiones antes de las elecciones 2024. En la primavera, cientos de cuentas falsas vinculadas a China publicaron mensajes en apoyo a las protestas pro-Palestina en los campus de las universidades en Estados Unidos y divulgaron cómo llegar a las manifestaciones cercanas. Otra figura china que ejerce influencia ha publicado videos criticando al presidente Biden.

Estos hallazgos están reflejados en el boletín del mes pasado en seguridad electoral de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, el cual recalcó —entre otras cosas— que los rusos planean mover la balanza en la opinión pública en los estados muy disputados y que actores iraníes se estaban enfocando en socavar la confianza en las instituciones estadounidenses y avivar las tensiones sobre el conflicto entre Israel y Hamas.

Mientras que el reporte de Microsoft menciona ataques específicos contra la infraestructura electoral, esos mismos adversarios tienen un historial de atacar infraestructura electoral con ciberataques y campañas de desinformación con el fin de poner en duda la seguridad electoral.

En 2022, los "hacktivistas" pro-Rusia temporalmente restringieron el acceso a la página web electoral de un estado. Previamente, Rusia e Irán atacaron varias redes que administran funciones relacionadas con las elecciones en 2020. En 2016, Rusia atacó sistemas estatales y proveedores privados de sistemas electorales.

Cabe destacar que ninguno de estos esfuerzos interfirió con el proceso de votación ni materialmente afectó la seguridad de ninguna infraestructura electoral, pero sí fueron empleados por figuras extranjeras y domésticas para cuestionar la integridad de las elecciones.

Estos mismos adversarios han llevado a cabo campañas de desinformación sobre la seguridad de la infraestructura electoral estadunidense. Por ejemplo, en los días anteriores a las elecciones de mitad de periodo 2022, operativos iraníes fabricaron un video que mostraba a un "denunciante" iraní hackeando una base de datos de registros de votantes en Estados Unidos.

Rusia también se ha enfocado en sembrar dudas en la integridad electoral en los últimos años, incluso difundiendo información falsa de que el presidente Biden perdió las elecciones de 2020 como parte de su estrategia para socavar la confianza en la democracia.

Estas alertas de Microsoft recalcan lo importante que será en las próximas semanas para los funcionarios electorales y los medios resaltar las grandes mejoras en seguridad de nuestra infraestructura electoral en los últimos años.

En particular, jurisdicciones en todo el país han incrementado el uso de boletas en papel, las cuales no pueden ser hackeadas y son auditadas rutinariamente después de los comicios para confirmar los totales de votación. Este año, solo el 1.4 por ciento de todos los votos no van a tener un respaldo en papel, una disminución significativa desde 2016, cuando casi un cuarto de todos los votos no tenían este respaldo.

Los oficiales electorales en cada estado pendular, y en la mayoría de los otros estados, van a auditar esos registros en papel para confirmar la precisión del conteo de votos.

Teniendo en cuenta estos intentos por influenciar a los votantes de varios sectores políticos, es más importante ahora que nunca que el público conozca dónde puede encontrar información precisa sobre la votación. Cuando se trata de las elecciones, los funcionarios electorales son la fuente que más autoridad tienen sobre la información.

Las personas votantes pueden dirigirse a las oficinas electorales locales y estatales, inclusive páginas web de gobierno, para garantizar que tienen información verídica sobre cómo, cuándo y dónde votar, además de otra información importante sobre cómo las elecciones funcionan en sus jurisdicciones. Los y las estadounidenses también deben pensar críticamente sobre la información que consumen y priorizar fuentes de organizaciones de noticias legitimas con periodistas preparados y que empleen un proceso de revisión editorial.

Traducción de Laura Gómez