Skip Navigation
Análisis

Cómo proteger las instituciones democráticas

Las personas buscan maneras de tomar acción.

febrero 25, 2025
government
Lincoln Agnew

Suscríbete aquí al boletín informativo del Brennan Center en español

  • El índice de aprobación de Trump ya es el más bajo para el comienzo de una presidencia en toda la historia, con la excepción de su primer mandato.
  • Usa tu plataforma para dejar en claro los riesgos de lo que está ocurriendo.
  • No dejes que el Congreso eluda su responsabilidad. Tanto el partido demócrata como el republicano deben tomar cartas en el asunto.

Ayer, un grupo de colegas y yo mantuvimos un diálogo virtual sobre la ola de transgresiones ilegales del presidente que ha marcado el primer mes del segundo mandato de Trump. Más de 9,000 personas lo vieron. Hace tres meses, la gente no mostraba interés. Hace un mes, muchos estaban atónitos. Ahora, están enojados, participan y prestan atención.

Docenas de personas que asistieron al evento enviaron preguntas. Una y otra vez, decían: sí, es importante comprender lo que está pasando. Es importante comprender la teoría del ejecutivo unitario, que impone muy pocas restricciones sobre el poder del presidente, los riesgos de que el presidente ignore las órdenes judiciales, y así sucesivamente. Sí, es un acaparamiento de poder. Pero ¿qué podemos hacer al respecto individualmente?

Es importante comprender el contexto. La maniobra de cambiar drásticamente el gobierno se está frenando, al menos, en docenas de tribunales a lo ancho del país.

El índice de aprobación de Trump ya es el más bajo para el comienzo de una presidencia en toda la historia, con la excepción de su primer mandato. De acuerdo con una encuesta reciente de Associated Press, tan solo el 12 por ciento de las personas encuestadas piensa que es bueno que “el presidente recurra a multimillonarios para que lo asesoren sobre políticas de gobierno”.

Dicho de otro modo, las leyes de la física política no necesariamente se han cancelado. Las acciones pueden producir reacciones. Y todas las personas podemos ayudar de manera individual.

En primer lugar, usa tu plataforma para dejar en claro los riesgos de lo que está ocurriendo. Elon Musk y sus equipos en el DOGE están violando las leyes y la Constitución cuando se lanzan sobre una agencia federal, despiden a su personal y cierran sus operaciones.

Solo el Congreso puede decidir si una agencia existe o no, y el presidente debe gastar el dinero que el Congreso ha asignado para hacer su trabajo. El presidente no puede regir sobre cada pulgada del poder ejecutivo como si fuera un rey.

Pero si la teoría del ejecutivo unitario no estremece el corazón, quizá sí lo hagan las consecuencias humanas de estas demoliciones. Hay miles de trabajadores federales que fueron despedidos de la noche a la mañana, con historias que contar.

Muchos los conocemos, sabemos el compromiso con el que hacían su trabajo y entendemos las posibles consecuencias en el mundo real. Entre las personas despedidas, se encuentran quienes garantizan prácticas laborales justas, prestan ayuda internacional que salva vidas y, sí, auditan al gobierno para evitar el desperdicio de recursos, el fraude y el abuso.

La última vez que un presidente intentó recortar programas públicos de una forma tan abrupta fue a comienzos de la década de 1980. Ronald Reagan asumió la presidencia declarando que “el gobierno no es la solución a nuestros problemas, el gobierno es el problema”. Impuso recortes (aunque no de manera ilegal, como lo está haciendo Trump ahora).

Eliminó, por ejemplo, $1.5 mil millones de los programas de almuerzos escolares. Las grandes sumas desconcentran. Pero, luego, para cumplir con esas nuevas cifras presupuestarias, el Departamento de Agricultura declaró que el kétchup era un vegetal que se podía servir en las cafeterías escolares de toda la nación. Esto se hizo viral, incluso antes de las redes sociales, y la regla fue anulada.

No siempre es posible saber qué logrará abrirse paso en medio del bullicio. Las frases “niños en jaulas” (de la política inmigratoria del primer mandato de Trump), “paneles de muerte” (la alegación falsa sobre la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio [Affordable Care Act, ACA]), o “basta de botellas de agua para quienes esperan en la fila para votar” (de la ley electoral de Georgia) encapsularon debates políticos complejos.

Allá por el año 1981, Walter Cronkite presentó la noticia y nos dijo: “Así son las cosas”. Pero, a decir verdad, muchas personas no veían las noticias nocturnas en ese momento. Hoy, la multiplicidad de plataformas ofrece formas de comunicación inimaginables en ese momento. Así que recuerda: hoy, tú eres Walter Cronkite. Alza la voz.

¿Qué es lo segundo que puedes hacer?

No dejes que el Congreso eluda su responsabilidad. Tanto el partido demócrata como el republicano deben tomar cartas en el asunto. Los congresistas republicanos deben defender su prerrogativa institucional, por lo menos. Los demócratas deben salir de una vez por todas de su estupor.

Después de todo, los miembros del Congreso siguen oyendo al electorado; muchas veces, no les queda otra opción. En 2009, varios grupos de votantes furiosos que habían asistido a distintas juntas públicas municipales sorprendieron a los legisladores demócratas y catalizaron el movimiento del Tea Party.

Esta vez, son los miembros republicanos del Congreso los que están en la mira. Atlanta es sede de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), una de las grandes instituciones de salud pública del mundo, que ya está siendo diezmada por el defensor de las seudociencias Robert F. Kennedy Jr. durante los primeros días en su cargo.

Científicos y médicos han sido despedidos en masa. Georgianos indignados abarrotaron la junta pública municipal de un congresista republicano. Ahora este congresista publicó declaraciones en las que urge a la administración a bajar el ritmo, a revisar las agencias individualmente, en lugar de realizar despidos masivos.

Todo esto nos lleva a lo tercero que puedes hacer: proteger el voto.

En nuestro sistema, el último control sobre el abuso de autoridad lo ejerce el electorado. Este año habrá elecciones en algunos estados, y el año que viene habrá elecciones de medio término para el Congreso. Todos debemos comenzar —ahora— para asegurarnos de que esas elecciones sean libres y justas.

Dos negacionistas de elecciones ahora ocupan los cargos de fiscal general y director del FBI. El personal encargado de proteger las elecciones de ciberataques fue despedido. La policía federal está fuera de servicio, y peor aún, podemos esperar nuevos ataques contra las autoridades electorales y el derecho al voto.

La Ley SAVE (SAVE Act), que pronto se votará en la Cámara de Representantes, básicamente le exigiría a toda persona estadounidense presentar un pasaporte o certificado de nacimiento cada vez que se registre (o se vuelva a registrar) para votar. Arruinaría el sistema de registro de votantes en todos los estados. Dicho de otro modo, tendría un gran impacto sobre las elecciones de 2026 y 2028.

Así que, por favor, comunícate con tus representantes en Capitol Hill para exhortarlos a oponerse a este proyecto de ley. Y asegúrate también de que tu registro de votante esté actualizado.

Comparte tu historia y las de las personas que conoces. Sigue contándole al Congreso cómo te sientes. Y trabaja para asegurarte de que el sistema electoral siga fuerte. Eso no resolverá todas las injusticias ni definirá cada política, pero, en un momento como este, es un comienzo.

Un gran líder lo expresó muy bien: “Cada vez que un hombre defiende un ideal o actúa para mejorar la suerte de otros o lucha contra una injusticia, proyecta una pequeña onda de esperanza, y al cruzarse unas con otras provenientes de un millón de diferentes centros de energía y al enfrentar esas ondas, se crea una corriente que puede derribar los muros más fuertes de la opresión y la resistencia”. Ese líder fue, por supuesto, Robert F. Kennedy… sénior.

Traducción de Ana Lis Salotti.