Skip Navigation
Análisis

Reimaginemos un sistema de justicia que propicie una reinserción social más fácil para las personas previamente encarceladas

 

 

Un panel de expertos y defensores de derechos dialogaron sobre las ventajas de dar una segunda oportunidad.

Junio 7, 2024
An Empty Jail
txking/Getty

Suscríbete aquí al boletín informativo del Brennan Center en español

En abril, amigos y colegas del Brennan Center se reunieron en el Commonwealth Club de San Francisco para dialogar sobre las formas de darles a las personas previamente encarceladas la oportunidad de volver a empezar.

Este diálogo surgió tras la publicación del libro Excessive Punishment: How the Justice System Creates Mass Incarceration (Penas excesivas: cómo el sistema de justicia crea la encarcelación masiva), una colección de ensayos que exploran los daños ocasionados por el enfoque punitivo de Estados Unidos hacia el delito y la justicia y sus posibles soluciones. Sus autores —incluidas personas actualmente y previamente encarceladas— son figuras académicas, profesionales, activistas y escritores.

El evento se llevó a cabo en ocasión del Mes de la Segunda Oportunidad. Comenzó con un video protagonizado por Billie Edison, graduada del programa The Last Mile, una organización sin fines de lucro que brinda educación y capacitación técnica a personas encarceladas para que puedan iniciar una carrera profesional en tecnología después de su liberación.

El programa tiene más de 1,200 participantes en 14 centros de siete estados. El video cuenta la difícil decisión de Edison de seguir encarcelada en la Prisión de Mujeres de Indiana un año más, solo para completar el programa de desarrollo web de The Last Mile, y relata también las dificultades que enfrentó para completarlo. Cuando fue liberada y volvió a su casa, a Edison le costó conseguir empleo, al igual que a muchas personas ciudadanas reintegradas con antecedentes penales. A través de las alianzas de The Last Mile y la constancia y el arduo trabajo de Edison, ella logró conseguir un trabajo en el departamento informático de los Indiana Pacers y se reconectó con su familia.

La editora del libro, Lauren-Brooke Eisen, directora sénior del Programa de Justicia del Brennan Center, reflexionó acerca de la intención de esta antología de educar al público sobre la naturaleza excesivamente punitiva del sistema de justicia penal de EE. UU. Para ilustrarlo, citó las largas sentencias que se imponen en el país, como las condenas perpetuas sin derecho a libertad condicional, el círculo vicioso de las deudas que tienen las personas encarceladas con el sistema de justicia penal, y las más de 40,000 leyes, reglas y regulaciones que afectan a las personas condenadas. Eisen resaltó la falta de proporcionalidad creada por los obstáculos que enfrentan las personas liberadas para reinsertarse en la sociedad.

Michael Mendoza, exdirector de la sección sobre Defensa de Derechos de la Coalición Contra la Reincidencia (Advocacy at the Anti-Recidivism Coalition, ARC por sus siglas en inglés), dio su perspectiva de primera mano sobre los obstáculos que suelen enfrentar las personas previamente encarceladas. Contó lo difícil que fue para él haber recibido una condena perpetua a los 16 años: “Perdí la esperanza. Sentí como si el mundo entero me hubiera abandonado”. Mendoza hizo hincapié en el grave efecto ocasionado por el miedo y el conflicto que pueden generar los entornos penitenciarios. También compartió un momento de orgullo personal: cuando obtuvo su título universitario mientras estaba preso.

Ken Oliver, director ejecutivo de la Fundación Checkr, también habló de su experiencia estando encarcelado y de las contradicciones del sistema de justicia. Explicó que había sido condenado a 52 años de prisión por el hurto de uso de un vehículo —cuando alguien sustrae un vehículo ajeno y lo devuelve al poco tiempo, que suele llevar una pena de 30 días— debido a las leyes de los tres casos de reincidencia (three strikes) de California, que agregan penas significativamente más altas a las personas que ya tienen dos condenas previas. El juez de primera instancia le dio a Oliver cinco minutos para responder a un acuerdo de culpabilidad de 14 años, en lugar de ir a juicio y posiblemente recibir una pena más alta.

“Tenía unos 20 años y tres hijos pequeños. La posibilidad de pasar 14 años en prisión me pareció alarmante”, relató. Como no pudo tomar una decisión tan importante en tan poco tiempo, se le pasaron los cinco minutos. Al final, Oliver volvió al juez, listo para aceptar el acuerdo de culpabilidad ofrecido. El juez le dijo que la oferta ya no seguía en pie, pero le permitió declararse culpable sin ninguna garantía de reducción de la pena. “Así lo hice, y él me dio de 52 años a cadena perpetua”, recordó Oliver.

Oliver también relató su victoria en un juicio por derechos civiles que presentó contra el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (California Department of Corrections and Rehabilitation, CDCR, por sus siglas en inglés) después de que el departamento lo relegara a un confinamiento solitario por tiempo indeterminado porque tenía un libro escrito por un miembro del grupo radical los Panteras Negras. Luego, Oliver resaltó el trabajo esencial que realiza en Checkr.org, donde supervisa la misión de responsabilidad social corporativa de la organización, centrada en brindar oportunidades de contratación y empleo justo a mujeres y hombres impactados por el sistema de justicia en todo el país.

Checkr sabe lo difícil que es para las personas previamente encarceladas tener éxito cuando se reintegran a la sociedad sin oportunidades de empleo. Por eso, la organización lucha por ofrecer oportunidades de contratación justa, una práctica que fortalece al sector empresarial y la economía en general al incorporar una porción no aprovechada de la fuerza laboral.

Kevin McCracken, director ejecutivo de The Last Mile, habló del trabajo que lleva a cabo su organización al brindarles oportunidades de educación y desarrollo de capacidades a personas encarceladas y expandir su apoyo de un modo único en el espacio de la reinserción social mediante su equipo de éxito de graduados.

Enfatizó que, cuando el sistema penitenciario no presta los servicios y la preparación necesarios para la liberación de las personas encarceladas, se crea un problema grave de derechos humanos, en el que los partidos políticos respaldan reformas de un modo fuertemente partidista.

También habló de su conexión personal con su trabajo: cómo su lucha contra la adicción lo obligó a tomar una decisión entre su tratamiento y su encarcelación y cómo su gratitud por esa elección ha influenciado en su activismo a favor de una reforma del sistema de justicia y del empleo justo. “Algo de lo que no se ha hablado son los miles de millones de dólares que se desperdician porque no tenemos a todas las personas de nuestras comunidades. No estoy hablando solo del dinero de los impuestos, estoy hablando de darle a la gente empleos sostenibles que puedan devolver a sus comunidades”, señaló. Luego, explicó que el empleo justo es un componente fundamental para una reinserción social exitosa y para reducir la reincidencia.

LaDoris Cordell, jueza retirada del Tribunal Superior de California, hizo hincapié en la influencia que tienen sobre la pena los jueces y las juezas de los tribunales de primera instancia. Eisen y Cordell hablaron de cómo el libro cubre el tema de la pena durante el juicio, es decir, del riesgo que se corre cuando se rechaza un acuerdo de culpabilidad previo y luego se recibe una sentencia más larga durante el juicio, y cómo las penas durante el juicio funcionan como un tipo de castigo adicional para las personas acusadas.

Cordell también invitó a que se conversara sobre la reciente inclinación política de adoptar una actitud de “mano dura contra el delito”, a lo que Oliver respondió que invertir en las personas, en lugar de en la encarcelación, tiene muchas más ventajas.

El diálogo finalizó con la pregunta de qué cosa del sistema cambiarían los panelistas. Mendoza dijo que cambiaría las sentencias extremas y la tendencia hacia el aislamiento de las personas encarceladas.

Oliver ofreció un giro paradigmático que se aleja del castigo y se acerca a la transformación, mientras que Eisen propuso una reducción significativa del sistema. McCracken argumentó a favor de eliminar el factor del dinero del sistema.

En conjunto, fue un diálogo enriquecedor que exploró diferentes vías para lograr reformas y cambios positivos, en lo que fue la perfecta ocasión para conmemorar el Mes de la Segunda Oportunidad.

Traducción de Ana Lis Salotti.