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Informe

Los candidatos y la financiación pública de sus campañas mediante pequeñas donaciones durante 2021

Resumen: Los funcionarios electos que se han beneficiado de la financiación pública de campañas políticas explican por qué esta tendencia favorece la democracia en todo el país.

Publicado: Marzo 11, 2021
small donor public financing
Doug Chayka

Introducción

En los últimos años, el Brennan Center ha entrevistado a decenas de funcionarios electos acerca de la recaudación de fondos para sus campañas. Una y otra vez, escuchamos la misma respuesta, que ha sido confirmada por varios estudios académicos: la carrera para obtener fondos para sus campañas obliga a los candidatos a dedicar demasiado tiempo a recaudar grandes sumas de dinero. A su vez, esta práctica reduce el tiempo que le pueden dedicar directamente a cumplir con los objetivos que los llevaron a postularse, como prestar servicios al público, concretar reformas políticas o perseguir una ambición personal.

Para muchos funcionarios electos, financiar su próxima campaña supone pasar horas y horas haciendo llamadas telefónicas a listas de personas adineradas, o bien tomar decisiones estratégicas y difíciles sobre a quiénes votar a fin de no generar el descontento de un determinado grupo de poder económico. En general, a los funcionarios electos no les gustan las actividades relacionadas con la recaudación de fondos y preferirían dedicar su tiempo a escuchar a sus comunidades y satisfacer sus necesidades.

 

Estas presiones para obtener financiamiento restringen quiénes pueden postularse y actúan como un filtro que desalienta a la diversidad en los órganos electos. Cuando alguien analiza una posible candidatura, la primera pregunta que se le suele hacer es cómo podrá recaudar suficientes fondos para realizar una campaña viable. La capacidad para recaudar fondos, facilitada por el acceso a la riqueza, se ha convertido en una prueba de fuego que puede disuadir a muchos posibles candidatos. Conseguir donaciones cuantiosas es más fácil para abogados que para activistas sociales, a pesar de las amplias conexiones que estos últimos puedan tener dentro de su comunidad. En la carrera por atraer grandes cantidades de dinero, los candidatos blancos y de género masculino tienen una ventaja desproporcionada, mientras que los obstáculos que impone la recaudación de fondos han generado una baja representación de mujeres, personas no blancas y, en particular, mujeres no blancas en las candidaturas.

Mientras tanto, los votantes que ven cómo los grandes donantes gastan millones en las elecciones pueden pensar que para obtener resultados en la política hay que tener mucho dinero y que, por lo tanto, no tiene sentido participar. Aunque ha habido una mayor participación de pequeños donantes en los últimos ciclos electorales, los grandes donantes siguen representando la gran parte del capital con el que se financian las campañas. En 2020, los pequeños donantes contribuyeron la cifra récord de 4,000 millones de dólares en las elecciones federales. Esta suma, donada por 20 millones de personas, como mínimo, representa solo el 23 por ciento del financiamiento de las elecciones federales. Esta suma fue superada por los 5,000 millones de dólares que contribuyó un número mucho menor de megadonantes (“mega” significa que aportan más de 10,000 dólares). 

La riqueza actúa como una importante barrera a la participación tanto de los candidatos como de los donantes. Un sistema como este, dominado por los grandes donantes, da como resultado a un gobierno no representativo que privilegia los intereses de una minoría adinerada.

Para empezar a abordar estos problemas tan profundamente arraigados, los legisladores de todo el país están recurriendo a la reforma de financiamiento de campañas políticas más contundente desde que la Corte Suprema inclinó la balanza en favor de los megadonantes en el fallo Citizens United. El financiamiento público de campañas políticas les da a los candidatos la opción de dejar de perseguir a los grandes donantes y realizar campañas competitivas centradas en el contacto con los votantes, en lugar de llamar a listas de donantes millonarios y grupos de poder económico. 

Durante los últimos diez años, más de una docena de jurisdicciones han adoptado nuevos sistemas de financiamiento público o han reforzado los existentes, lo que se suma a una lista de programas que funcionan desde hace décadas. Estos sistemas se implementan en las elecciones estatales o locales de todo el país, desde pequeños pueblos hasta grandes ciudades y estados. En 2020, Nueva York fue el primer estado en promulgar un programa de financiamiento público estatal desde el fallo Citizens United. Cabe destacar que la Cámara de Representantes ha aprobado en dos ocasiones un programa de financiamiento público para el Congreso como parte del proyecto de Ley para el Pueblo (For the People Act). 

El financiamiento público de las elecciones puede darse de varias maneras. Los sistemas que igualan y multiplican las pequeñas donaciones ofrecen a los candidatos fondos públicos que multiplican el valor de las pequeñas donaciones. Por ejemplo, en el programa del condado de Montgomery (Maryland), que iguala y multiplica por cuatro las donaciones más pequeñas a las campañas de candidatos al concejo y a cargos ejecutivos del condado, una donación de 10 dólares pasa a valer 50 dólares para el candidato. En otro tipo de programa conocido comúnmente como “Elecciones Limpias”, los candidatos reciben subsidios en bloque de fondos públicos una vez que cumplen con los requisitos estipulados y se les prohíbe recaudar otros fondos privados. Por último, el sistema de cupones o vouchers les brinda a los votantes cupones por un valor determinado para que les den a los candidatos de su preferencia, quienes luego reciben esa misma cantidad en fondos públicos.

Miles de candidatos, ya en sus cargos o recién llegados, demócratas, republicanos e independientes, han utilizado estos sistemas para presentarse a las elecciones y han empoderado a un número incalculable de pequeños donantes. Con las cinco décadas que en su conjunto llevan implementados estos sistemas, tan solo dos de las jurisdicciones más grandes, Arizona y la ciudad de Nueva York, han financiado públicamente casi 2,000 candidaturas. Muchos funcionarios, tanto legislativos como ejecutivos, cuyas elecciones se financiaron con fondos públicos, representan a un millón de personas o más. Las historias de estos candidatos financiados con fondos públicos ilustran cómo una reforma puede producir una democracia más saludable.

En 2016, el Brennan Center publicó Superar barreras: Las caras del financiamiento público mediante pequeñas donaciones, un informe que presentaba los testimonios personales de un grupo de funcionarios electos de ambos partidos políticos y de distintos lugares del país. Ahora, para este informe, entrevistamos a un nuevo grupo de funcionarios electos, también de ambos partidos y con experiencia en el uso del financiamiento público para sus campañas, muchos de los cuales utilizaron nuevos programas, como los de Seattle, Washington; del condado de Montgomery, Maryland; y de Washington D. C.

A medida que aumenta el número de sistemas de financiamiento público, aumenta también el número de candidatos y funcionarios electos que pueden dar testimonio del impacto de estos programas. En este informe se presentan sus reflexiones y sus opiniones sobre los beneficios de esta reforma.


La recaudación de fondos se transforma en un mayor contacto con el electorado

A diferencia de los candidatos que recaudan fondos de forma tradicional y que, por lo general, reciben grandes cheques de un pequeño grupo de donantes ricos, los candidatos que recurren al financiamiento público pueden dedicar más tiempo en contacto con sus comunidades mientras recaudan el dinero que necesitan para realizar sus campañas. Y en particular, los programas que igualan y multiplican pequeñas donaciones recompensan a los candidatos por el tiempo que dedican a los votantes que no pueden realizar grandes donaciones. Los participantes relatan que se concentran en ir puerta por puerta, asistir a reuniones en casas particulares y barbacoas y, durante la pandemia, llevar a cabo eventos virtuales para pequeños grupos. Hacen énfasis en la importancia de escuchar a una base más numerosa de votantes durante sus campañas. Y quienes representan a áreas geográficamente más amplias logran cubrir un territorio mucho más grande. Los candidatos que reciben este tipo de financiamiento público llegan a comunidades que no recibirían casi nada de atención de parte de otros políticos que recaudan fondos de manera tradicional, como la comunidad estudiantil, los residentes de vivienda pública y los votantes de menores ingresos.

Will Jawando

Will Jawando

Concejal general, condado de Montgomery, Maryland

PRIMERA ELECCIÓN GANADA: 2018
REPRESENTA A: 1.1 millones de personas
ANTES DE POSTULARSE: era activista comunitario y gubernamental

“Es un círculo virtuoso: los votantes se sienten empoderados, y los candidatos también, lo cual los motiva a hablar más con el pueblo. El sistema que iguala y multiplica las pequeñas donaciones incentivó a hacer pequeñas reuniones en casas particulares y generó conversaciones cotidianas con otras personas que residen en la misma jurisdicción y que van a ser las que te terminen votando. Desde el punto de vista de los votantes, sienten más empoderamiento e influencia para hacerse oír por quienes se postulan para representarlos, que es lo que buscan. Deseamos escuchar al mayor número posible de personas y, obviamente, desde la perspectiva de nuestros propios valores y en función de lo que creemos que debe suceder, tomamos las decisiones finales acerca de cómo votar o seguir adelante, pero lo que queremos es tener un amplio espectro de opiniones y de un grupo diverso de personas. Sé que organizamos más de cien reuniones en casas particulares y sé que varios colegas hicieron lo mismo”.

 

 

Joyce Maker

Joyce Maker

Exsenadora y representante estatal, Maine

PRIMERA ELECCIÓN GANADA EN LA CÁMARA ESTATAL: 2010
REPRESENTÓ A más de 37,000 personas
ANTES DE POSTULARSE: era administradora universitaria y funcionaria local electa

“Obtener donaciones de 5 dólares es mejor que pedirles dinero a las grandes empresas y organizaciones. Es una forma más personal. Es una mejor manera de postularse. Me cuesta pedir 5 dólares y ni qué decir mil dólares. Pero creo que recaudar fondos es importante si vas a postularte.

La gente participa más mediante el financiamiento público. Les expliqué a los donantes la importancia de poder escucharlos a todos, porque así puedes recaudar fondos de todos los partidos políticos y representarlos a todos cuando ganes las elecciones. Me hizo sentir muy bien hacerlo. Mi partido a veces me decía: ‘Tienes que hacerlo diferente’. Pero yo les respondía: ‘No, tengo que escuchar a todas las personas cuando resulte electa’”.


Mayor diversidad de candidatos y en los órganos electos

Muchas personas con buenas ideas y gran apoyo de sus comunidades deciden no postularse porque ven la recaudación de fondos como un obstáculo imposible de superar. En promedio, el costo de una campaña exitosa para obtener un escaño en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos en 2018 fue de 2 millones de dólares. Aun en el ámbito local o estatal, el precio de una campaña que logre buenos resultados puede ser desalentador. Por ejemplo, en 2020, una campaña exitosa para el Senado del estado de Ohio costó, en promedio, más de 650,000 dólares. Estas sumas parecen imposibles de alcanzar para quienes no cuentan con una fortuna personal ni con el acceso a redes personales o profesionales de personas adineradas. Es menos probable que quienes tienen que trabajar, pagar una renta y afrontar gastos por el cuidado de sus hijos puedan dejar sus empleos y dedicarse a una campaña política a tiempo completo. En particular para las personas no blancas y mujeres, la carga que implica obtener semejante cantidad de recursos para las campañas es muchísimo más desalentadora.

Esta barrera de riqueza causa que innumerables candidatos prometedores desistan antes de intentarlo. Por ende, se reducen las opciones de los votantes y los órganos electos terminan no representando a las personas a las que deben servir. 

Sin embargo, el financiamiento público cambia quiénes pueden postularse y ganar. Empodera a las personas dándoles un amplio apoyo y más conexiones dentro de la comunidad para convertir esos recursos en fondos de campaña. Fomenta las candidaturas de mujeres y personas no blancas, que suelen depender más de las pequeñas donaciones durante sus campañas. Claro que esta reforma no resuelve por sí misma las desigualdades socioeconómicas, raciales y de género que existen en nuestro sistema político, pero representa un paso considerable hacia una democracia más representativa. Muchos funcionarios electos, como trabajadores, inquilinos y activistas comunitarios, afirman que nunca se podrían haber postulado de no haber sido por el financiamiento público.

Letitia James

Letitia James

Fiscal general, estado de Nueva York

ANTES FUE ELECTA: concejala de la ciudad de Nueva York y defensora pública
Primera mujer negra en ocupar un cargo estatal en Nueva York BANTES DE POSTULARSE: era defensora pública

“No estaría donde estoy hoy si no fuera por el financiamiento público. Vengo de una familia muy trabajadora, pero no adinerada. Cuando me postulé por primera vez, no conocía a ningún millonario ni a nadie que tuviera los bolsillos repletos, pero sí conocía a quienes querían hacer oír su voz en el gobierno y sentarse a la mesa. El sistema de financiamiento público de la ciudad de Nueva York me dio la oportunidad de competir y triunfar, y me permitió representar a personas cuyas voces se habían ignorado desde siempre y que querían a un representante como ellas, que entendiera sus valores y reconociera sus dificultades. Es crucial que nuestro gobierno refleje a quienes representa, y el financiamiento público es una herramienta fundamental para garantizar que una mayor cantidad de personas de diversas procedencias tengan la oportunidad de salir electas y prestar servicio a nuestras comunidades”.

 

 

Gordon Mar

Gordon Mar

Miembro de la Junta de Supervisores, San Francisco

PRIMERA ELECCIÓN GANADA: 2018
REPRESENTA A: aproximadamente 80,000 personas
ANTES DE POSTULARSE: era organizador sindical y comunitario

“No soy alguien que pueda llamar a muchos amigos ricos y pedirles donaciones de 500 dólares, que es la contribución máxima aquí en San Francisco. Pero sí soy alguien que ha trabajado codo a codo con las comunidades aquí en nuestra ciudad y en el Área de la Bahía durante décadas, y los miembros de estas comunidades sí podían hacer pequeñas donaciones. Recaudamos pequeñas sumas de muchas personas. A fin de cuentas, esas donaciones a mi campaña son inversiones que hacen los donantes en los resultados que esperan ver en su vida cotidiana. El financiamiento público supone que las inversiones de las personas de menores ingresos también puedan brindar sus frutos, porque hay más personas relacionadas con las comunidades de bajos ingresos y organizaciones sociales que pueden postularse y ganar. Básicamente mejora el acceso a la política”.

 

 

Victoria Steele

Victoria Steele

Senadora del estado, Arizona

Anteriormente, se desempeñó en la Cámara de Representantes de Arizona
Representa A: más de 200,000 personas
ANTES DE POSTULARSE: era abogada y periodista

“Como mujer indígena norteamericana, de las tribus Seneca y Mingo, el financiamiento público fue una ventaja para mí. Es muy difícil para cualquier persona recaudar fondos para postularse, pero las mujeres solemos tener más desventajas a la hora de obtener recursos para las campañas. La mayoría no formamos parte de la mesa en la que se reúnen los grandes donantes. Y las mujeres no conocemos a muchas personas que tienen enormes fortunas. Como consecuencia, comenzamos con desventaja en nuestra lucha por recaudar dinero. Es más difícil.

El programa “Elecciones Limpias” nos dio la oportunidad de nivelar el campo de juego para que no nos elijan en función de cuánto dinero tenemos en el banco ni de cuánto dinero tienen nuestras amistades. Este programa nivela el campo de juego para que nos postulemos por nuestras ideas, nuestra capacidad y nuestra personalidad, por ser quiénes somos y por nuestros logros y potenciales, y no por la cifra que figura en nuestra cuenta bancaria”.


Conseguir nuevos donantes y energizar a los movimientos sociales

Solo una pequeña porción de estadounidenses dona dinero a una campaña política en su vida. Mucha gente supone que, en el mundo de los grandes donantes políticos, no hay donación que pueda hacer el público en general que vaya a marcar una diferencia, y otras personas no pueden donar casi nada. 

Los programas de financiamiento público abordan este problema porque animan a la gente a donarles a los candidatos en los que creen, incluso cuando no pueden donar grandes cantidades de dinero. Los candidatos pueden conseguir donantes que nunca antes hayan donado cuando pueden afirmar que una pequeña donación o la contribución de un cupón les significa un gran impulso para su campaña. Los programas existentes han aumentado la participación de pequeños donantes de las comunidades no blancas o de bajos ingresos. Casi todos los candidatos que entrevistamos hablaron de la importancia de atraer a los nuevos donantes, a menudo de comunidades históricamente no representadas en la política, como jóvenes, trabajadores, inmigrantes y refugiados. 

La recaudación de fondos que realizan los movimientos sociales y que la financiación pública favorece también sirve como herramienta de activismo social. Los candidatos nos dijeron que los pequeños donantes luego realizan sus propias actividades de recaudación de fondos para la campaña, en la que más gente está dispuesta a participar cuando se pide una pequeña donación. Y una vez que la persona dona, es más probable que participe de otras maneras, como trabajar como voluntario en la campaña hasta ir a votar el día de las elecciones.

Carlos Menchaca

Carlos Menchaca

Concejal, ciudad de Nueva York

Representa A: más de 150,000 personas
Primer mexicano-estadounidense electo como funcionario en el estado de Nueva York
ANTES DE POSTULARSE: era activista comunitario y gubernamental

“Durante una de mis primeras recaudaciones de fondos en 2013, entré a un restaurante mexicano y me dirigí al cuarto del fondo, donde me encontré con varias familias. También había un grupo de madres mexicanas que estaban felices de conocerme. Toda la charla fue en español, y lo máximo que podían aportar eran 20 dólares. Menciono esto porque eran familias que nunca habían donado a ningún candidato, y yo estaba captando su interés por participar. Todavía me conmueve esa experiencia. Si no existiera este tipo de financiamiento de campañas políticas, nadie les hubiera pedido que donaran. No tenían mucho dinero para dar, pero eso no importaba, el donar fue lo que lo cambió todo.

Estas personas pasaron a formar parte de la campaña y se comprometieron. Y seguirán comprometidas para toda la vida. Cuando terminó la campaña y comenzó la consulta ciudadana para el presupuesto participativo, fueron esas mismas familias las que dijeron: ‘Vamos a hacer campaña, vamos a ir puerta por puerta y vamos a conseguir votos para el presupuesto participativo de la primavera’. Ahora ya eran parte del sistema y se sentían empoderadas”.

 

 

Teresa Mosqueda

Teresa Mosqueda

Concejala general, Seattle

PRIMERA ELECCIÓN GANADA: 2017
Representa A: más de 750,000 personas
ANTES DE POSTULARSE: era directora política sindical

“No solo escuchamos a la gente decir: ‘Esta es la primera vez que dono a una campaña’, sino que además se veía en el mapa muy explícitamente… Si mirabas las donaciones realizadas a las campañas por escaños de concejales generales, como el mío, encontrabas donaciones de personas del South End, un área de la ciudad históricamente no blanca, y del North End, un área históricamente de bajos ingresos. Los donantes provenían de áreas que antes fueron marcadas en rojo para desalentar los créditos hipotecarios a sus residentes y que hoy siguen sufriendo las consecuencias de esa discriminación residencial. Se notaba un mayor número de inquilinos y personas no blancas que contribuían como nunca lo habían hecho”.


Fortalecimiento de la representación y capacidad de respuesta del gobierno

La forma tradicional de recaudar fondos implica dedicar mucho tiempo llamando a donantes adinerados que suelen residir fuera del distrito o del estado del candidato. Las preferencias políticas de las personas muy adineradas difierensistemáticamente de las de la mayoría del pueblo. Como mínimo, esto significa que los funcionarios electos dedican muchísimo tiempo a escuchar las preocupaciones de un pequeño sector muy sesgado de la población. Los funcionarios que buscan su reelección pueden preocuparse por lo que opinan estos grupos de poder económico sobre sus acciones (o pueden conocer sus opiniones muy bien tras oír a los grupos de lobby y a sus clientes, que también resultan ser grandes donantes de campañas políticas).

El financiamiento público ofrece otra manera de hacer campaña. El público en general puede ver que sus representantes electos no están trabajando para dejar contentos a los grandes donantes. Los funcionarios pueden declarar firmemente que solo contemplarán los intereses de la mayoría de su electorado. Y dado que incentiva la recaudación de fondos de las organizaciones sociales y las conversaciones con los votantes que ello conlleva, el financiamiento público fortalece la conexión entre quienes eligen y quienes resultan electos.

La reforma abre las puertas a nuevas políticas que sean prioritarias para las comunidades que sustentan las campañas financiadas con fondos públicos. Los funcionarios nos dijeron que el financiamiento público contribuyó a la hora de presentar leyes que aborden las preocupaciones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria, pagan una renta, trabajan en el sector de la limpieza, abogan por la justicia racial y la justicia ambiental y de muchas otras personas que suelen quedar fuera de las decisiones políticas. 

Gabe Albornoz

Gabe Albornoz

Concejal general y vicepresidente del Concejo, condado de Montgomery, Maryland

PRIMERA ELECCIÓN GANADA: 2018
REPRESENTA A: 1.1 millones de personas
ANTES DE POSTULARSE: era director del Departamento de Recreación del condado de Montgomery

“Durante el ciclo de las elecciones primarias locales de 2017, visité 117 viviendas diferentes y recibí contribuciones de todo tipo, desde $10 hasta el máximo de $150. No olvido ninguna de esas conversaciones y las llevo conmigo hasta el día de hoy. Y ahora, cuando legislo, esas conversaciones me vuelven a la mente y me permiten armar un mejor rompecabezas, lo que me da una mirada y una perspectiva que, creo, me convierten en un mejor legislador. Uno de los primeros proyectos que aprobamos con los demás concejales fue una ley de igualdad racial y justicia social que ahora ordena al Concejo a revisar las repercusiones de toda legislación, desde el punto de vista presupuestario y legislativo, y sus efectos sobre las comunidades no blancas, que han sido las más afectadas. Creo que los votantes que contribuyeron no solo a mi campaña sino a las de mis colegas están prestando atención y siguen comprometidos para asegurarse de que construyamos una comunidad más justa e inclusiva”.

 

 

Jason Rojas

Jason Rojas

Líder del bloque mayoritario, Cámara de Representantes, Connecticut

PRIMERA ELECCIÓN GANADA EN LA CÁMARA: 2008
REPRESENTA A: 23,000 personas
ANTES DE SER ELECTO PARA LA CÁMARA: era funcionario local electo

“El programa que implementamos aquí en Connecticut me dio la oportunidad de rendir cuentas de mis actos, y es algo que todos deberíamos hacer con más frecuencia. Si realmente creemos en el proceso, en la función que se espera que ejerzamos en nuestra sociedad, tenemos que estar dispuestos a rendir cuenta de nuestros actos. Tengo la obligación de demostrarle a la gente que merezco ser reelecto, dada la magnitud de las decisiones que tengo que tomar. El financiamiento público les da la oportunidad de postularse para cargos públicos a diferentes personas de todo tipo de procedencia y, en particular, a poblaciones que no tienen suficiente representación en el gobierno y no cuentan con las mismas posibilidades que la mayoría de los hombres blancos e incluso hombres latinos, como yo. Ahora, hay una gran diversidad de opiniones y perspectivas que tienen acceso al proceso. Cuando se fomenta la participación de personas de todo tipo de procedencia, se logran mejores políticas públicas en muchos sentidos”.