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Una nueva encuesta del Brennan Center realizada entre autoridades electorales locales revela que, desde 2020, la mayoría ha tomado medidas para proteger al electorado, al personal electoral y a su infraestructura de futuras amenazas y actos de violencia en 2024.
Estas mayores medidas de seguridad suceden al mismo tiempo que un gran número de autoridades electorales informa haber recibido amenazas, agresiones o acoso debido a su trabajo. Asimismo, estos funcionarios han expresado una preocupación constante por la seguridad de su personal y colegas, así como también por posibles interferencias políticas en las próximas elecciones.
El trabajo técnico y a menudo complejo que implica administrar las elecciones solía ocurría, en gran parte, sin llamar la atención. Sin embargo, desde 2020, las autoridades electorales han pasado a tener un rol protagónico en medio de una campaña que busca debilitar la fe en la democracia estadounidense y se convirtieron en el chivo expiatorio por resultados de elecciones que no son del agrado de algunos políticos y votantes.
Al estar realizando un trabajo clave bajo condiciones complicadas, las autoridades electorales señalan que necesitan más recursos para cubrir las necesidades administrativas y de seguridad cada vez más crecientes y cambiantes.
Amenazas, acosos y agresiones
La última edición de la encuesta anual del Brennan Center reveló que el 38 por ciento de las autoridades electorales locales recibió amenazas, acosos o agresiones por realizar su trabajo.
El mes pasado, el Grupo de Trabajo sobre Amenazas Electorales del Departamento de Justicia anunció que está investigando una docena de amenazas contra trabajadores electorales y que ya ha condenado a 13 personas.
En la declaración que prestó hace poco ante el Senado de los Estados Unidos, Isaac Cramer, director ejecutivo de la Junta de Registro de Votantes y Elecciones del condado de Charleston en Carolina del Sur, describió cómo un grupo de personas se trasladaba a varios sitios de votación del condado para acosar a trabajadores electorales durante las elecciones primarias de junio de 2022. Una de ellas publicó un mensaje amenazante en las redes que decía: “A todo el equipo que mañana observará los sitios de votación: ‘Que tengan buena caza’”. Consecuentemente, buena parte del personal del condado de Charleston informó sentirse inseguro.
Desafortunadamente, esta sensación de inseguridad es bastante común. En general, las autoridades electorales encuestadas siguen sintiendo mucha preocupación por su seguridad física y la posibilidad de acosos.
Más de la mitad de los funcionarios electorales locales dijeron sentirse preocupados por la seguridad de sus colegas o de sus empleados, lo cual representa un porcentaje significativamente más alto que el de 2023, pero más o menos equivalente al de 2022. Del mismo modo, más de uno de cada cuatro funcionarios electorales se preocupa por la posibilidad de ser agredidos en su casa o trabajo. Y la preocupación por que agredan a sus familiares o seres queridos alcanzó niveles observados en 2022, el año de las últimas elecciones federales.
Las agresiones sufridas por las autoridades electorales están provocando un éxodo del personal en este campo. Más de un tercio de las autoridades electorales locales conoce por lo menos a una persona que renunció al menos en parte por motivos de seguridad, un aumento comparado al 22 por ciento registrado en 2023. Estimamos que, este año, aproximadamente una de cada cuatro personas estará administrando su primera elección presidencial.
Medidas de seguridad para las elecciones de 2024
Desde 2020, las autoridades electorales locales han estado tomando medidas para garantizar que las elecciones se desarrollen con seguridad y sin riesgos para todas las partes. Más del 90 por ciento de las autoridades electorales locales informó haber tomado medidas para incrementar la seguridad electoral durante los últimos cuatro años, tal como haber participado en capacitaciones sobre seguridad y actualizado los planes de contingencia de los sitios de votación y la tecnología electoral.
Por ejemplo, en diciembre de 2023, la Secretaría de Estado de Arizona llevó a cabo ejercicios teóricos de simulación en todo el estado, en los que sus participantes practicaron posibles escenarios donde debían resolver obstáculos relacionados con la inteligencia artificial durante una elección.
El Comité para Elecciones Seguras y Sin Riesgos (Committee for Safe and Secure Elections, CSSE por sus siglas en inglés) ha efectuado ejercicios similares en docenas de otros estados, el último en Míchigan.
Una ley promulgada en Colorado en 2022 requiere colocar todas las máquinas de votación en sitios que tengan vigilancia de video las 24 horas del día, los 7 días de la semana y estén protegidos por un sistema de acceso con tarjeta que registra la hora y la persona vinculada con cada ingreso.
Los gobiernos del condado de Durham, Carolina del Norte, y del condado de Dane, Wisconsin, trasladarán sus oficinas electorales a sitios más seguros durante el próximo año. Si bien los detalles varían según el estado y la localidad, este mayor énfasis sobre la seguridad se repite en casi todo el país.
Las autoridades electorales también han respondido para atender la seguridad de su personal. En Arizona, el personal electoral ha participado en simulacros de tiroteo activo y adquirido materiales para asegurar las puertas.
En Míchigan, las autoridades electorales han completado capacitaciones para reducir los conflictos e instalaron vidrios a prueba de balas en la oficina electoral de Tallahassee, Florida.
Además, se han tomado medidas para aumentar la seguridad en los sitios de votación. Por ejemplo, Míchigan y Georgia implementaron programas que les permiten a sus trabajadores electorales enviar un mensaje de texto que notifica simultáneamente a una autoridad electoral, a la Secretaría de Estado y a la policía sobre cualquier peligro que surja en el sitio de votación.
La mayoría de las autoridades electorales que informaron que el gobierno ha trabajado para aumentar la seguridad de su personal desde 2020 afirma que estos esfuerzos han sido de ayuda. El 83 por ciento de quienes recibieron un mayor financiamiento del gobierno federal, estatal o local señaló que esos recursos ayudaron a que su personal se sienta más seguro, y el 73 por ciento indicó lo mismo cuando se aprobaron leyes que buscaban proteger al personal electoral. Desde 2020, 18 estados han promulgado este tipo de leyes.
Preocupaciones por posibles interferencias políticas
Casi cuatro años después de que el entonces presidente Donald Trump le exigiera al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, que le “encontrara 11,780 votos”, la mayoría de las autoridades electorales dice estar preocupada por posibles interferencias políticas de cara a otra elección presidencial reñida.
Más de tres de cada cinco autoridades electorales dicen estar preocupadas por la posibilidad de que sus líderes políticos intenten interferir en el trabajo que llevan a cabo ellos mismos o sus colegas de todo el país, mientras que en 2023 fue un 56 por ciento el porcentaje de autoridades electorales que decían estar preocupadas por una posible interferencia en el trabajo de sus colegas.
Las cifras de este año vuelven a los niveles de 2022. En 2024, el 13 por ciento señaló estar preocupado por enfrentar posibles presiones para certificar resultados electorales a favor de un determinado candidato o partido político.
La inteligencia artificial
A partir de las entrevistas que ha llevado a cabo el Brennan Center durante el último año, sabemos que muchas autoridades electorales no están familiarizadas con las herramientas y tecnología de la inteligencia artificial (IA). A pesar de la adopción generalizada de la IA en otros sectores, las autoridades electorales no están integrando esta tecnología en la administración electoral.
En las pocas jurisdicciones que sí utilizan la IA, la han empleado para efectuar tareas rutinarias. En el condado de Pima, Arizona, la IA ayuda a identificar boletas de voto por correo que no tienen la firma requerida. A nivel nacional, el 7 por ciento de las autoridades electorales locales informa estar usando la IA para tareas como la escritura de contenidos para las redes sociales.
Sin embargo, hay motivos para creer que el uso de la IA puede volverse más frecuente en los próximos ciclos electorales. El 12 por ciento de las autoridades electorales, es decir, casi el doble de las que ya están usando la IA para ayudarles en su trabajo, dijo haber sido contactado por proveedores de productos de IA.
Aún más autoridades electorales locales quieren que el gobierno les brinde asesoría sobre si deberían usar la IA, cómo y cuándo, lo cual sugiere la idea de que el uso de la IA posiblemente se vuelva más generalizado dentro de la administración electoral en los próximos años. Si bien la mayor parte de las autoridades electorales dijo que “no sabían” si las recomendaciones serían útiles —lo cual no es de sorprender dada la poca cantidad de autoridades electorales que actualmente la está usando—, un tercio de ellas respaldó la elaboración de recomendaciones federales, estatales o locales sobre el uso de la IA en la administración electoral.
Se necesitan más recursos
Con la vista puesta en el futuro, más autoridades electorales afirmaron que necesitan más recursos para cubrir las necesidades administrativas y de seguridad que aumentan y evolucionan cada vez más. El 83 por ciento de las autoridades estatales locales señaló que necesitan presupuestos más altos para hacerlo, un aumento comparado al 74 por ciento observado en 2023.
A una de cada cuatro autoridades electorales se le ha denegado una solicitud de presupuesto, en la mayoría de los casos al solicitar fondos relacionados con el personal, por ejemplo, para contratar a personal adicional o aumentar el salario de trabajadores electorales.
En 2024, el Congreso aprobó un fondo adicional de $55 millones para aumentar la seguridad electoral, lo cual sumó un total en nuevos fondos federales de $205 millones desde 2020. Si bien todo financiamiento ayuda, esta asignación no alcanza para satisfacer las necesidades de las autoridades electorales y es $1,000 millones menos de lo que el Congreso aprobó en los años anteriores a las elecciones de 2020.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ayudó a compensar este déficit ofreciendo casi $30 millones en subsidios federales para cubrir las necesidades de seguridad electoral en 2024, luego de haber hecho lo mismo en 2023.
Cuatro años después de las tumultuosas elecciones de 2020, las autoridades electorales continúan informando niveles inaceptables de amenazas, acosos y agresiones, al tiempo que expresan preocupación por su seguridad y por una posible interferencia política.
En simultáneo, también señalan importantes avances en cuanto a la protección contra amenazas electorales, ya que la gran mayoría ha implementado medidas para garantizar que la infraestructura electoral se mantenga segura y que tanto el electorado como el personal electoral puedan participar en el proceso democrático sin correr riesgos.
Si bien nuestra encuesta anual revela que se debe seguir trabajando para garantizar la seguridad del personal electoral, la comunidad electoral ha demostrado una resiliencia impresionante. Es fundamental seguir prestándole apoyo para que las elecciones continúen siendo seguras, libres y justas para toda la población.
Traducción de Ana Lis Salotti.