- Sin la ayuda del gobierno federal para rastrear, investigar y desmantelar la interferencia extranjera, las autoridades electorales podrían no saber o no estar preparadas para enfrentar amenazas extranjeras.
- Pase lo que pase en el futuro, los estados que, en realidad, son quienes administran las elecciones, y la sociedad civil tendrán que intervenir para llenar los huecos que ha dejado el gobierno federal.
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La orden ejecutiva sobre las elecciones que firmó en marzo el presidente Donald Trump ha acaparado los titulares y se ha convertido en objeto de varias disputas legales, entre ellas, una del Brennan Center. Pero la orden es solo una de las muchas medidas perjudiciales que está tomando la administración contra las elecciones, y la mayoría están pasando desapercibidas.
Desde que asumió su cargo, el presidente ha realizado un esfuerzo concertado y exhaustivo para desmantelar gran parte de la asistencia, fondos e infraestructura federales que se han construido a lo largo de los últimos diez años para ayudar a los estados a proteger nuestras elecciones de cualquier ataque.
Apenas la semana pasada, el presidente le ordenó al Departamento de Justicia que evaluara las acciones de Christopher Krebs, que él mismo había nombrado cómo líder de la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA) en 2018. Krebs supervisó el trabajo de la agencia con éxito para garantizar la seguridad de las elecciones de 2020, pero el nuevo memorando del presidente ahora lo acusa de conducta indebida por negar las alegaciones falsas de que esas elecciones fueron manipuladas.
Colocar a una persona bajo investigación penal crea un precedente peligroso para otros funcionarios del gobierno que quieran hacer su trabajo libres de cualquier consideración partidista, y que quizá tengan que oponerse a otras alegaciones falsas de negacionismo de las elecciones en el futuro.
¿Cuál es el rol que desempeña el gobierno federal a la hora de garantizar la seguridad de la infraestructura electoral?
Si bien los estados son los encargados de administrar las elecciones de un modo seguro y sin problemas, el gobierno federal ha desempeñado un rol fundamental al ayudar a las autoridades electorales a proteger la infraestructura electoral.
La infraestructura electoral incluye una amplia gama de componentes electorales, como las bases de datos de registro de votantes, las máquinas de votación, los sistemas informáticos, los sitios de votación y el personal que maneja esos componentes.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) designó la infraestructura electoral como una infraestructura esencial en 2017, después de los ciberataques rusos, una designación que proporciona a los estados y las localidades el acceso a muchas de las protecciones de ciberseguridad que el DHS les ofrece a otras entidades públicas y privadas, tales como el monitoreo constante de amenazas, las evaluaciones de riesgos y vulnerabilidades y las mejores prácticas en materia de seguridad. La CISA fue creada como una división dentro del DHS en 2018 con el fin de proteger toda infraestructura esencial de posibles amenazas físicas y cibernéticas.
Muchas otras agencias federales han brindado asistencia a las autoridades electorales estatales y locales, y muchas de estas agencias también han sido afectadas por las medidas de las últimas semanas. Por ejemplo, la Oficina de la Directora de Inteligencia Nacional (ODNI) tiene a su cargo el Centro de Influencia Maligna Extranjera, que trabaja para proteger las elecciones de cualquier intento internacional de propaganda política y manipulación, incluidos los creados por la inteligencia artificial.
El FBI brinda a las autoridades electorales informes sobre amenazas y asistencia técnica para los sistemas electorales y responde ante amenazas internas o extranjeras de naturaleza cibernética y física.
El Departamento de Justicia creó un Grupo de Tareas contra Amenazas Electorales en 2021 para hacer frente a los actos de violencia contra los trabajadores electorales en medio de un aumento de amenazas y acosos después de las elecciones de 2020. Además, la Comisión de Asistencia Electoral de los EE. UU. establece normas de cumplimiento voluntario para la seguridad de los sistemas de votación y los certifica siguiendo un programa federal.
¿Cómo ha cambiado la asistencia federal para la seguridad de las elecciones con la administración Trump?
Hasta ahora, la administración ha eliminado la asistencia o los fondos federales que prestaba para la seguridad electoral en cuatro aspectos cruciales.
Asistencia para la ciberseguridad
La CISA es la agencia federal principal encargada de coordinar las medidas de protección de ciberseguridad con los estados y las localidades, incluso para las elecciones. Durante los últimos años, ha brindado a las autoridades electorales de toda la nación servicios de ciberseguridad vitales para la seguridad de nuestras elecciones, tal como el envío de informes de inteligencia sobre amenazas, evaluaciones de ciberseguridad, respuesta a incidentes, evaluación de vulnerabilidades, capacitación sobre la gestión de riesgos, sistemas de detección y bloqueo de intrusiones y servicios de ciberhigiene.
Tan solo en 2023 y 2024, la CISA realizó más de 700 evaluaciones de ciberseguridad para jurisdicciones electorales locales de todo el país.
Pero, en febrero, la CISA suspendió todas las actividades en materia de seguridad electoral mientras efectuaba una revisión interna. Esa revisión se completó en marzo, pero la administración Trump dijo que los hallazgos no se divulgarán al público. En las semanas siguientes a la finalización de la revisión, no ha habido ningún indicio de que se haya restaurado la asistencia de ciberseguridad.
No solo se han recortado los servicios. La CISA también ha perdido gran parte de su pericia electoral. En febrero, el Departamento de Eficiencia Gubernamental, (DOGE por sus siglas en inglés), despidió a unos 130 trabajadores, entre ellos, asesores de seguridad electoral. Estas personas eran expertos en administración de elecciones estatales y locales que utilizaban su conocimiento y experiencia para ayudar a las autoridades electorales estatales y locales a obtener los recursos y la asistencia que necesitaban para administrar las elecciones de una forma segura.
Además, muchos otros empleados que trabajaban en los equipos de desinformación e influencia extranjera de la CISA fueron dados de baja con una licencia administrativa.
El reciente despido del jefe de la Agencia Nacional de Seguridad y Cibercomando de los EE. UU. también les ha dado a los expertos en seguridad un nuevo motivo de preocupación de que nuestra infraestructura electoral quede ahora más expuesta a peligrosas ciberamenazas internas y extranjeras.
Asistencia para la seguridad física
Que se elimine la asistencia que prestaba la CISA también pone en peligro la seguridad física de las elecciones. La CISA ha brindado recursos y herramientas que ayudan a las autoridades a garantizar la seguridad de las oficinas electorales, los sitios de votación y los centros de cómputos, como evaluaciones que estudian la seguridad física de las instalaciones, identifican vulnerabilidades y ofrecen recomendaciones para mitigar riesgos.
De cara a las elecciones de 2024, la CISA efectuó casi 1,300 evaluaciones de seguridad física para distintos organismos electorales de todo el país, y muchas autoridades electorales locales utilizaron esa información para mejorar sus medidas de seguridad física.
Estas precauciones ayudaron a las autoridades electorales a administrar las elecciones de 2024 de un modo justo y seguro, incluso ante una amplia gama de amenazas físicas, como amenazas de bomba, la destrucción de buzones de devolución de boletas y la entrega de paquetes sospechosos.
Intercambio de información
Dado que el sistema electoral de los Estados Unidos es muy descentralizado, es fundamental tener un intercambio de información efectivo y coordinado entre las distintas entidades federales, estatales y locales para prepararse y responder a las amenazas de seguridad. Sin embargo, la administración ahora ha recortado los fondos de varias entidades que ayudaban a mantener esa comunicación.
El mes pasado, la CISA eliminó la financiación que le proveía al Centro de Análisis e Intercambio de Información sobre Infraestructura Electoral (EI-ISAC), una red que facilita el intercambio de información sobre los riesgos de seguridad y las mejores prácticas entre los proveedores electorales y las autoridades electorales estatales y locales.
Antes de las elecciones de 2024, la CISA y el EI-ISAC se encargaron de advertir a las autoridades electorales sobre cualquier sobre con polvo blanco enviado a las oficinas electorales de al menos 15 estados.
La CISA también recortó los fondos del Centro de Análisis e Intercambio de Información Multiestatal (MS-ISAC), una red similar que atiende a todas las entidades gubernamentales a nivel estatal y local. No queda claro qué servicios del MS-ISAC siguen en pie para las autoridades electorales.
Asimismo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) también rescindió el Consejo Asesor de Alianzas para la Infraestructura Esencial, que proporcionaba a los sectores público y privado un foro seguro para intercambiar inteligencia sobre amenazas, elaborar políticas de ciberseguridad y evaluar riesgos. Sin estas protecciones legales, el sector privado puede estar menos dispuesto a compartir con el gobierno federal información vital para la evaluación de amenazas.
Por lo general, las oficinas electorales estatales y locales tienen pocos recursos y no pueden realizar el tipo de monitoreo de riesgos sofisticado que sí puede efectuar el gobierno federal. Sin esa información, las autoridades electorales tendrán muchas más limitaciones para identificar ataques emergentes o coordinar la respuesta a esas amenazas con las agencias locales.
Disuasión de la interferencia extranjera
Varias naciones extranjeras han llevado a cabo ciberataques y operaciones de influencia en cada una de nuestras elecciones federales desde 2016. La Oficina de la Directora de Inteligencia Nacional y el FBI advierten que China, Irán y Rusia siguen desarrollando sus capacidades para atacar nuestras elecciones futuras.
De cara al futuro, no está claro qué hará el gobierno federal para responder ante cualquier intento de interferencia extranjera en nuestras elecciones, pero la administración ha reducido nuestras defensas significativamente.
Sin la ayuda del gobierno federal para rastrear, investigar y desmantelar la interferencia extranjera, y con una menor capacidad de intercambiar información entre las partes interesades principales, las autoridades electorales podrían no saber o no estar preparadas para enfrentar amenazas extranjeras.
Los problemas ocasionados por este tipo de amenazas pueden sembrar la duda y crear confusión en el electorado sobre la seguridad de su voto y la precisión de los resultados de las elecciones.
¿Seguirá la administración eliminando la asistencia federal para la seguridad electoral?
Es muy posible que se hagan más recortes y más cambios en las políticas que debiliten la seguridad electoral. La agenda de políticas del Proyecto 2025 para una administración conservadora recomendó una reestructuración radical de las agencias federales principales que participan en la seguridad electoral, y eso es exactamente lo que hemos estado viendo en los primeros meses de la administración Trump.
Dada la amplia gama de propuestas descritas en el Proyecto 2025, hay motivos para temer que se tomarán medidas aún más perjudiciales en los meses y años venideros.
¿Cómo las medidas sobre seguridad electoral de la administración están afectando a las autoridades electorales?
Todos los recortes ya mencionados son perjudiciales en sí mismos, pero el miedo más profundo es que hayan erosionado la confianza entre las autoridades electorales y las agencias federales. Esa confianza ha sido fundamental para crear alianzas exitosas entre los gobiernos locales, estatales y federal para la seguridad electoral en el pasado.
La falta de transparencia de parte de la administración sobre qué tan profundos pueden ser esos recortes también es un problema, porque muchas autoridades electorales no saben con certeza cuál será el futuro de la asistencia federal para la seguridad electoral mientras planifican las próximas elecciones.
Esta incertidumbre es alarmante en particular para los estados que tienen elecciones estatales o locales programadas para este año, como
Arizona y Pensilvania. El secretario de estado de Arizona Adrian Fontes dijo que las autoridades electorales “están trabajando efectivamente a ciegas” sin la asistencia y los recursos de la CISA.
El secretario de estado de Pensilvania Al Schmidt le escribió una carta a la secretaria de Defensa Kristi Noem donde señaló que la suspensión de los servicios de la CISA tendrá “graves consecuencias” para las autoridades electorales locales.
Mientras tanto, la orden ejecutiva sobre elecciones del presidente Trump, que el Brennan Center está disputando ante la justicia, pone en peligro la seguridad de las elecciones aún más, ya que le pide a la Comisión de Asistencia Electoral de los EE. UU. que, de repente, modifique las directrices federales de cumplimiento voluntario para las máquinas de votación sin seguir los procesos estipulados por la ley federal.
Sin embargo, aún no existe ningún sistema de votación que se haya certificado según las directrices descritas en la orden ejecutiva. Si bien hay motivos para creer que la orden ejecutiva será revocada por la justicia, esto les agrega más incertidumbre a las autoridades electorales.
¿Qué pueden hacer los estados para proteger las elecciones ante la reducción de la asistencia federal?
Pase lo que pase en el futuro, los estados —que, en realidad, son quienes administran las elecciones— y la sociedad civil tendrán que intervenir para llenar los huecos que ha dejado el gobierno federal.
Algunas de las posibles soluciones incluyen aumentar el financiamiento para la infraestructura electoral, apoyar las mejores prácticas de seguridad física y cibernética, y fomentar un mejor intercambio de información entre los estados y sus jurisdicciones internas. De cara a las elecciones de medio término del año que viene, ahora es el momento de empezar a prepararse.
Traducción de Ana Lis Salotti