La población latina de Texas ha alcanzado en junio un momento demográfico importante, cuando los últimos datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos demostraron oficialmente que la comunidad de rápido crecimiento ha superado a la población blanca del estado y se ha convertido en el grupo étnico más grande de Texas.
Los últimos datos publicados indican que la comunidad latina ahora representa el 40.2 por ciento de la población del estado de la estrella solitaria, por encima de la población blanca con un 39.8 por ciento. La población negra y asiática componen el 13 y el 6 por ciento de la población del estado, respectivamente, mientras que otros grupos más pequeños integran el porcentaje restante.
La noticia de que la comunidad latina es ahora el mayor grupo demográfico en el segundo estado más grande de la nación marca un momento histórico para una comunidad que está creciendo con rapidez en todo el país. La población latina ya es el grupo étnico más grande de California, el estado más poblado del país, y de Nuevo México.
Pero, en Texas, este hito también pone de relieve las grandes desigualdades que existen entre su población blanca y su población latina en cuanto al poder político y económico, como resultado, por ejemplo, de la manipulación de distritos electorales y la falta de inversión crónica en las comunidades latinas.
Aun así, la magnitud de este momento es realmente asombrosa. En el año 2000, la comunidad latina representaba tan solo el 32 por ciento de la población texana total, por debajo de la población blanca, con un 52 por ciento. Pero, durante cada una de las dos décadas siguientes, la comunidad latina pasó por delante con un crecimiento de dos dígitos, mientras que la población blanca creció a un ritmo mucho más modesto y cada vez más lento.
Es casi seguro que la velocidad de los cambios demográficos se acelere aún más en Texas en los próximos años. Desde 2020, la población latina de Texas ha crecido más de seis veces más rápido que la población blanca del estado, a pesar de que la inmigración internacional, históricamente un componente clave en el aumento de la población latina de Texas, se ha reducido muchísimo en los últimos años.
Un importante motivo de este rápido crecimiento continuado es que la población latina no es solo el grupo étnico más grande de Texas, sino también el más joven. La edad media actual de la población latina texana es de tan solo 28 años, mucho menor que la edad de la población blanca. De la población texana en edad escolar, casi la mitad es de origen latino, mientras que tan solo el 29 por ciento es de raza blanca. Ocurre casi lo mismo en la población de adultos mayores, pero a la inversa. En Texas, el 60 por ciento de personas de entre 65 y 84 años de edad es de raza blanca; y tan solo el 24 por ciento, de origen latino.
En los próximos años, a medida que merme la población más anciana y muchísimo más blanca, se prevé que Texas registre una transformación demográfica aún más rápida y se convierta en un estado de mayoría latina para mitad de siglo, si no antes.
Pero unas cifras poblacionales no bastan para alcanzar la igualdad con la población blanca del estado, porque la comunidad latina en Texas sigue rezagada en cuanto a su influencia política y económica, por lo general debido a un diseño político discriminatorio.
Durante la última década, la población latina representó la mitad del crecimiento poblacional del estado. Pero cuando la legislatura texana trazó sus nuevos mapas congresuales y legislativos después del censo de 2020, aunque parezca increíble, no crearon ninguna oportunidad nueva para que las comunidades latinas pudieran elegir a sus representantes de preferencia en las áreas metropolitanas, donde están creciendo con mayor rapidez.
Varios grupos latinos presentaron demandas judiciales contra esta omisión, pero los litigios y las apelaciones podrían demorar años en pasar por el sistema judicial.
La falta de representación latina es especialmente manifiesta en el norte de Texas. El Dallas-Fort Worth Metroplex es ahora la cuarta región más poblada del país y donde viven más personas latinas que en todo el estado de Colorado. Pero esta superregión enorme y pujante sigue sin tener ninguna representación latina ni en la Cámara de Representantes del país ni en el senado del estado.
De hecho, Texas no tiene ningún distrito latino congresual ni del senado estatal al norte de Austin, debido a los límites discriminatorios de muchos distritos electorales que dividen y fragmentan a las comunidades latinas para conservar el poder de las personas que actualmente lo tienen.
También sigue habiendo otros obstáculos importantes. En 2021, el ingreso medio de un hogar latino en Texas fue de $54,857, por debajo de los $81,384 de un hogar blanco. Además, es mucho más probable encontrar a personas latinas que viven en la pobreza y sin seguro médico que a personas blancas.
Y si bien la clase más reciente del primer año de la Universidad de Texas en Austin tiene por primera vez una mínima pluralidad latina, las personas latinas siguen teniendo menos probabilidades de graduarse de la escuela secundaria o ir a la universidad que cualquier otra persona en Texas.
La noticia de que la población latina es ahora el grupo étnico más grande del estado es un acontecimiento que merece celebrarse. Pero es también un recordatorio muy necesario para Texas y para el resto del país de lo mucho que nos falta para asegurarnos de que esta población latina dinámica y cada vez más próspera ocupe en la mesa el lugar que le corresponde.
El futuro de Texas y de la nación depende de ello.
Traducción de Ana Lis Salotti.