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Explicativo

¿Qué es la selección oportunista de jueces?

Una particularidad en las reglas de asignación de casos para algunos distritos de los tribunales federales permite a la parte litigante elegir al juez que se encargará de su caso.

Publicado: febrero 27, 2025
Gavel
SimpleImages/Getty

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  • La selección oportunista de jueces es una práctica en la cual el litigante logra para evitar la asignación aleatoria de jueces y, en cambio, elige a dedo aquellos jueces que simpaticen con sus objetivos ideológicos.
  • Tanto demócratas como republicanos reconocen que la selección oportunista de jueces perjudica al sistema judicial.
  • Solo las reglas vinculantes provenientes de órganos nacionales elaboradores de políticas pueden resolver este problema en los sitios donde está más atrincherada la práctica.

Un juez federal en Texas se volvió noticia en enero cuando le permitió proceder a una demanda presentada por Idaho, Kansas y Missouri contra la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de un medicamento para abortar, sobre la base de hechos sin ningún vínculo específico con su tribunal. Seguramente no hay muchos sitios más ilógicos que Texas para debatir la seguridad de esta medicación abortiva, ya que en Texas este método está prohibido.

Para entender, en primer lugar, cómo es que el caso terminó a manos de este juez, hay que comprender qué es la selección oportunista de jueces, o judge shopping, un problema creciente en la judicatura federal.

¿Qué es la selección oportunista de jueces (judge shopping)?
Cuando un caso se presenta en un tribunal federal, por lo general pasa por un proceso de asignación de casos en el cual se selecciona al azar a un juez elegible entre una lista general de jueces. Numerosos jueces y expertos judiciales reconocen que esta selección al azar, o aleatoria, es fundamental para la función y percepción de los tribunales como una autoridad legítima e imparcial.

La selección oportunista de jueces es una práctica mediante la cual el litigante explota ciertas particularidades en la estructura de la judicatura federal para evitar la asignación aleatoria y, en cambio, elige a dedo aquellos jueces que simpaticen con sus objetivos ideológicos. Quizá el ejemplo reciente más conocido de una selección oportunista de jueces es el caso presentado en Amarillo, Texas, que disputa el uso de una medicación abortiva.

Numerosos litigantes antiaborto, entre otros conservadores, han acudido en tropel al pequeña pueblo de Amarillo, porque tiene un solo juez federal: Matthew Kacsmaryk, oponente autodeclarado del aborto que llegó al estrado federal después de una carrera judicial en defensa de causas cristianas conservadoras como la restricción de los métodos anticonceptivos.

Kacsmaryk encabezó los titulares en 2023, cuando prohibió temporalmente en todo el país el uso de la mifepristona, una pastilla abortiva. La Corte Suprema revocó su decisión momentáneamente y, al final, desestimó el caso porque la parte demandante no tenía legitimación procesal (un hecho que Kacsmaryk había ignorado). Sin embargo, el tema está lejos de ser resuelto, ahora que Kacsmaryk les ha permitido a tres fiscales generales estatales revivir la demanda.

¿Cómo es posible seleccionar jueces de esta manera?
Hay más de 600 jueces federales de primera instancia activos y divididos en más de 90 distritos. Los distritos geográficamente dispersos se clasifican en divisiones, y algunas divisiones tienen solo uno o dos jueces.

Quienes demandan al gobierno federal, por lo general, pueden elegir cualquier distrito en el que puedan establecer algún vínculo local. Si bien antes tenían que establecer un vínculo con la división determinada en la que presentaban la demanda, el Congreso eliminó ese requisito en 1988. Algunos distritos siguen imponiendo este requisito, pero muchos no.

Una vez que la parte demandante eligió la división, las prácticas locales varían según si esa división tiene a su propio juez designado o si se selecciona de entre una lista más amplia de jueces del distrito. Algunos distritos, como el Distrito Norte de Texas (donde se encuentra Amarillo), decidieron que nunca iban a seleccionar jueces de las distintas divisiones al azar, lo cual le permite a la parte demandante “elegir” al juez más favorable al presentar su demanda en una división donde hay un solo juez que oye todos los casos.

Como era de esperar, muchísimos activistas conservadores han acudido en tropel a las divisiones del Distrito Norte que tienen a un solo juez, donde es seguro que les toque un juez conservador predispuesto a emitir interdictos nacionales para bloquear políticas federales liberales. Encima, cada uno de estos jueces decide si sus tribunales tienen jurisdicción territorial sobre el caso, una decisión que es difícil de apelar.

Entre las divisiones del Distrito Norte que tienen un solo juez, Amarillo se destaca por las cosas que han llegado a hacer los demandantes para poder presentar sus demandas allí. Una organización nacional antiaborto llamada Alliance for Hippocratic Medicine, ubicada en Tennessee, llegó incluso a constituirse en Amarillo para luego presentar su demanda allí justo después de que la Corte Suprema anulara Roe v. Wade.

Y el otoño pasado, el entonces candidato Trump, residente de Florida, presentó una demanda en Amarillo contra CBS, corporación constituida en Nueva York, con el débil argumento de que algunos residentes de Amarillo vieron la entrevista objeto de la demanda. Si bien una gran mayoría considera el juicio de Trump como frívolo, CBS ha indicado que dará el inusual paso de ofrecerle un importante acuerdo económico, que, en parte, puede responder a las predicciones sobre la forma en que Kacsmaryk podría evaluar el caso.

¿Por qué es problemática la selección oportunista de jueces?
La selección oportunista de jueces menoscaba el estado de derecho porque cuestiona la imparcialidad judicial tanto de hecho como en apariencia.

Además de darle a la parte demandante una ventaja injusta, la selección oportunista de jueces ha distorsionado la jurisprudencia federal desde una perspectiva más sistemática. Cuando un demandante no sabe qué juez le va a tocar, tiene un incentivo de moderar sus alegatos y teorías jurídicas para apelar a diferentes públicos posibles, algo que no es necesario cuando pueden elegir a dedo al juez que se encargará de su caso.

De hecho, en algunas causas, la selección oportunista de jueces le permite a la parte demandante elegir a un juez que ya falló para otros demandantes que habían presentado demandas muy parecidas, como ocurrió con el caso de la medicación abortiva.

Por la actual composición de nuestros tribunales, la distorsión que ocasiona la selección oportunista de jueces está inclinando el derecho hacia la derecha política, porque las divisiones que tienen un solo juez son más comunes en las zonas rurales y conservadoras, y porque los distritos más conservadores se han resistido a los intentos de aleatorizar la selección de jueces de entre las distintas divisiones.

Esta distorsión es muy pronunciada, porque algunas de las divisiones más conservadoras con un solo juez se encuentran en el Quinto Circuito, donde el propio tribunal de apelaciones es un caso atípico desde el punto de vista ideológico.

Muchos activistas han desvirtuado tanto la jurisprudencia del tribunal de apelaciones del Quinto Circuito con respecto a la línea de base nacional y al precedente actual sobre temas como el aborto y los derechos de portación de armas que hasta la Corte Suprema, con mayoría conservadora, ha tenido que dedicarle una proporción desmedida de su lista de casos para ponerle freno.

Aun cuando la Corte Suprema sí interviene para revertir una decisión de un tribunal inferior, los demandantes aún pueden beneficiarse de estar retrasando la implementación de políticas nacionales durante meses, lo cual es una forma muy efectiva de poner obstáculos en la agenda de un presidente.

La selección oportunista de jueces también influye en la forma en que se presentan los hechos en casos controversiales y de alto perfil, ya que los tribunales de primera instancia tienen amplias libertades para excluir, descartar y desacreditar evidencia.

Tanto demócratas como republicanos reconocen que la selección oportunista de jueces perjudica al sistema judicial. El presidente de la Corte Suprema, el magistrado John Roberts, ha señalado que el principio de la asignación aleatoria de casos es “importante para la confianza del público en la justicia”.

Cuando un juez de una división que tiene un solo juez en Waco, Texas, comenzó a atraer y concentrar demandas sobre patentes, el líder republicano de la mayoría en el Senado Thom Tillis y el líder demócrata de la minoría en el Senado Chuck Schumer presentaron juntos una queja ante la Conferencia Judicial —el organismo nacional que elabora las políticas de la judicatura federal— en la que afirmaban que dejar a las partes demandantes seleccionar jueces “crea una apariencia de deshonestidad que daña la reputación de la judicatura federal para la justa e igualitaria administración de la ley”.

Le solicitaron a la Conferencia implementar “reformas apropiadas”. Bajo una fuerte presión pública e institucional de los dos partidos políticos, el distrito donde se encuentra Waco decidió, por lo bajo, comenzar a asignar al azar las demandas sobre patentes entre una docena de jueces.

¿No es verdad que demandantes de todo el espectro político intentan seleccionar jueces de forma oportunista?

Es menos probable que los demandantes liberales intenten seleccionar jueces de forma oportunista, en parte porque no tienen muchas oportunidades de hacerlo, dada la actual inclinación conservadora de la mayoría de las divisiones que tienen un solo juez.

Tanto demandantes liberales como conservadores sí realizan una “selección oportunista de tribunales”, es decir, presentan sus demandas en circuitos judiciales donde tienen más probabilidades de que el tribunal les sea favorable.

Pero elegir de entre una lista de jueces que se asignan al azar es diferente que elegir a un juez específico; es como la diferencia entre que un fiscal anule a ciertos miembros de un jurado seleccionado al azar y que un fiscal directamente coloque a las personas en el jurado.

Tomemos, por ejemplo, la reciente serie de litigios contra las órdenes ejecutivas del presidente Trump. Claro que los demandantes están presentando sus casos de manera estratégica en circuitos judiciales más favorables, pero, como no tienen las mismas oportunidades de seleccionar a sus jueces, estas demandas están cayendo en frente de estrados ideológicamente más variados, como jueces nominados por Trump y otros presidentes republicanos en múltiples circuitos.

Esto incentiva a presentar argumentos más moderados que coinciden más con el precedente actual y, a la vez, hace que sea más probable que los tribunales inferiores decidan estos casos de modos que reflejen mejor a la judicatura y al estado actual del derecho estadounidense en general. Como consecuencia, si bien estas demandas se encuentran en sus etapas iniciales, algunos jueces nombrados por líderes republicanos ya se han dictado en contra de Trump, y algunos jueces nombrados por líderes demócratas se han dictado a su favor.

¿Se puede detener la selección oportunista de jueces?
Sí, y algunas personas encargadas de tomar decisiones lo están intentando activamente. Claro que el Congreso podría aprobar una nueva regla de procedimiento civil para obligar la asignación aleatoria de casos entre las distintas divisiones. Pero, tal como lo reconocieron los senadores Tillis y Schumer, y como lo argumentó el Departamento de Justicia, la Conferencia Judicial también tiene la autoridad de imponer este requisito.

Durante el otoño de 2023, el Brennan Center y la académica en derecho constitucional Amanda Shanor le solicitaron al comité de reglas de la Conferencia Judicial que considerara la aprobación de una regla para proteger contra la selección oportunista de jueces y exigirles a los distritos que asignen al azar los casos cuyas decisiones podrían afectar a más personas, no solo a las del distrito donde se presenta el caso.

El comité de reglas derivó el tema a su grupo asesor para evaluarlo. El grupo asesor opinó que “dada la importancia de este tema…, debe considerarse como prioridad en la agenda” del grupo. Al poco tiempo, en marzo de 2024, la conferencia publicó una directriz formal (pero no vinculante) que dice que los “tribunales de distrito deben aplicar una asignación a nivel de todo el distrito para” acciones civiles que soliciten un recurso judicial a nivel estatal o nacional.

Varios jueces destacados, miembros de la Conferencia Judicial y nombrados por líderes republicanos expresaron un fuerte apoyo en favor de esta medida. “Estoy muy orgulloso de haber hecho esto”, señaló Jeffrey Sutton, juez presidente del Sexto Circuito, y clasificó a la directriz como una “solución elegante” para la selección oportunista de jueces.

Robert Conrad, secretario de la Conferencia Judicial y juez de tribunal de distrito, también elogió la regla y señaló: “Promueve la imparcialidad del procedimiento judicial y fomenta la confianza del público en la judicatura federal”.

Pero, fuera de la Conferencia, este esfuerzo de reforma modesto generó gritos de protesta y resistencia. En realidad, en lugar de defender el vacío legal de la selección oportunista de jueces por sus méritos, quienes se oponen a la directriz de la Conferencia simplemente la descartaron como un ejemplo de estar “cediendo ante la presión política”.

Lo más llamativo es que las protestas más fuertes provinieron de un grupo de jueces del Quinto Circuito y del senador republicano Mitch McConnell de Kentucky, que ha liderado el esfuerzo del partido republicano que desde hace décadas busca convertir la judicatura federal en un instrumento de poder conservador.

Las declaraciones públicas inusualmente agresivas de estos jueces nos recuerdan que la selección oportunista de jueces no es tan solo una táctica que utilizan las partes litigantes; es también una forma de empoderar a jueces extremistas al otorgarles una forma de litigación novedosa, alineada a su ideología, que empuja los límites y les permite establecer políticas a nivel nacional. (El senador Tillis advirtió que la selección oportunista de jueces en el contexto de las patentes alienta al comportamiento “impropio” de jueces que atraen y retienen determinados tipos de casos). Como era de esperar, el Distrito Norte de Texas enseguida anunció que no iba a seguir la directriz de la Conferencia.

Tal como lo han argumentado el Brennan Center y otras partes, debido a que no todos los distritos están siguiendo la directriz de la Conferencia sobre la asignación aleatoria de casos, la Conferencia debería dar el siguiente paso e implementar su directriz mediante una regla vinculante, u obligatoria. Desafortunadamente, la reacción política parece haber detenido el progreso en el interior de la Conferencia, al menos por ahora.

¿Cuáles son otras soluciones posibles para la selección oportunista de jueces?
Aun sin una regla vinculante que provenga del Congreso o de la Conferencia Judicial, igualmente se puede avanzar. Desde que la Conferencia publicó su directriz, varios distritos de Florida, Indiana, Kentucky, Massachusetts (donde se han presentado varios juicios anti-Trump), Pensilvania y Virginia modificaron sus reglas de asignación de casos para cumplir con la directriz y se sumaron, así, al grupo de distritos que ya implementaron salvaguardas contra la selección oportunista de jueces.

El público debe seguir presionando a la Conferencia Judicial y al Congreso para efectuar una reforma. Sin una regla vinculante, la comunidad judicial y el público deben conocer las herramientas que tienen los distritos y jueces para abordar la selección oportunista de jueces y urgir a la expectativa de un mayor uso de estas herramientas.

Los distritos pueden modificar sus reglas, como muchos ya lo han hecho desde que la Conferencia publicó su directriz. Por su parte, los jueces pueden recalcar en sus propias reglas que solo admitirán casos que están vinculados a su división y pueden alentar activamente a argumentos que sostengan que un caso determinado se podría evaluar de un modo más adecuado en otra jurisdicción, como lo hace al menos un juez en Texas. También pueden usar las reglas existentes sobre la jurisdicción territorial para desalentar a la selección oportunista de jueces, como otros lo han intentado.

Además, los jueces pueden negarse a emitir interdictos con alcance nacional y, en su lugar, emitir recursos declaratorios más limitados que protegen a la parte demandante, pero también permiten litigar un caso en múltiples tribunales hasta llegar, por último, a la Corte Suprema con más prudencia.

Hay jueces conservadores en nuestro sistema que han tomado todas estas medidas, al igual que lo han hecho jueces liberales, lo cual refuerza la idea de que la asignación aleatoria de casos no tiene por qué ser un tema partidista. Además, estas medidas funcionan.

Desde que un juez en Texas revisó sus propias prácticas publicadas para desalentar a la selección oportunista de jueces, muchos grupos activistas han dejado de intentar usar su tribunal como jurisdicción para obtener interdictos a nivel nacional. Y desde que el Distrito Oeste de Texas comenzó a requerir la asignación aleatoria de casos sobre patentes, el porcentaje de casos asignados al juez de Waco disminuyó drásticamente.

Sin embargo, tal como lo confirma la reacción generada por la directriz de la Conferencia, el cumplimiento voluntario no es suficiente. Solo las reglas vinculantes provenientes de órganos nacionales elaboradores de políticas pueden resolver este problema en los sitios donde está más atrincherado.

Traducción de Laura Gómez