A medida que nos acercamos al día de las elecciones, gran parte del electorado y del personal electoral se siente cada vez más preocupado por la intimidación. Las amenazas, la politización y la violencia en torno al proceso electoral marcaron las elecciones de 2020 y dejaron secuelas.
La retórica política violenta y los comportamientos intimidantes persistieron durante las elecciones de 2022, y los intentos de intimidación a los votantes y a los trabajadores electorales seguramente continúen este año.
Afortunadamente, las muchas leyes federales y estatales que prohíben esta intimidación tienen la suficiente flexibilidad como para comprender las distintas fuentes y objetivos cambiantes de estas agresiones, y las autoridades electorales ya están trabajando para garantizar elecciones libres y justas.
Tanto las leyes federales como las estatales son claras: la intimidación de los votantes o de los trabajadores electorales es ilegal.
Estos recursos brindan un resumen detallado de las leyes federales y estatales que sirven de defensa contra la intimidación de los votantes y de los trabajadores electorales y contra toda perturbación del proceso electoral.
Nos centramos en los 12 estados con los mayores riesgos de perturbación según el volumen de alegaciones falsas y actividades en contra del electorado de los últimos años: Arizona, Florida, Georgia, Míchigan, Nevada, New Hampshire, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Texas, Virginia y Wisconsin