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Las reuniones familiares durante las fiestas simbolizan, de por sí, un microcosmo de la democracia en la que vivimos como sociedad. Se trata de una serie de personas que no necesariamente eligieron estar juntas ni relacionadas. Sin embargo, como en la sociedad, nuestros familiares se congregan alrededor de la mesa porque ahí, en ese hogar, es donde pertenecemos.
Y tal y como hay preguntas personales incómodas, es posible que en tu familia existan perspectivas muy controvertidas sobre distintos temas políticos. En Brennan en español te proporcionamos algunos datos claves para que tengas una postura confiable, informada y veraz a la hora de tener una discusión sobre la democracia y justicia social.
¿Fueron las elecciones de 2020 manipuladas?
Esta fue la “Gran Mentira” que propagaron sectores extremistas y antidemocráticos.
Pero la realidad, según demuestran un sinnúmero de estudios y análisis confiables, es que nuestro sistema tiene controles estrictos que han logrado proteger la integridad del proceso electoral en los Estados Unidos. Este es el resultado del trabajo bipartidista a lo largo de generaciones para aislar el proceso electoral de demasiada influencia política.
Los índices de fraude siguen siendo extremadamente bajos, y suele ser más probable que nos caiga un rayo a que haya fraude en la votación. La Gran Mentira ha resultado en casos criminales en contra de los que la han impulsado.
Como indicamos en nuestro más reciente sondeo de leyes electorales a nivel estatal, estas falsedades se usan para impulsar restricciones perjudiciales al derecho al voto, lo que afecta a la población latina y a las comunidades no blancas.
¿Votar por correo o mediante un buzón de devolución de boletas conduce al fraude?
Distintos informes demuestran que nuestras elecciones son seguras, y ello incluye las formas de votación por correo o mediante buzones de devolución de boletas.
La realidad es que el voto por correo se ha estado utilizando con éxito en los Estados Unidos durante más de 150 años y, durante todo ese tiempo, los estados han incorporado múltiples medidas de seguridad para protegerlo de posibles infracciones.
Los buzones de votación, por su parte, son extremadamente seguros. Además, hay tácticas de administración que sirven para reforzar la integridad de los mismos.
¿Se debe exigir identificación para que el electorado pueda votar de manera segura?
No, no es necesario, por varias razones. En primer lugar, cometer fraude electoral es un delito que conlleva serias consecuencias. Además, el diseño de las boletas regulares y por correo incluye una gama de medidas que permiten la detección de irregularidades, como códigos de barra, firmas y sobres especiales.
En la Florida, por ejemplo, se requiere identificación con foto para inscribirse para votar. En estados que implementan inscripción automática de votantes, ciertas agencias de gobierno que ya han verificado la identidad del votante le proporcionan esta información a las agencias electorales locales.
Imponer leyes con requisitos estrictos de identificación de votantes no protege las elecciones pero sí dificulta el voto. Estos requisitos demasiado complicados de identificación con fotografía impiden votar a millones de ciudadanos estadounidenses elegibles, sobre todo a los votantes no blancos.
¿La encarcelación masiva disminuye el crimen?
Empecemos por los datos: Han aumentado ciertos tipos de crimen desde alrededor de 2020. Otros tipos de crimen, como la tasa de homicidios, ha disminuido entre 2022 y 2023.
La encarcelación masiva no resuelve el crimen. Las investigaciones de los expertos confirman que no hay vínculos entre las reformas de la justicia penal o las elecciones de fiscales progresistas -elementos importantes para atacar la encarcelación masiva- con los aumentos de crímenes.
Lo que sí sabemos que disminuye la criminalidad es atender la crisis del exceso de armas e invertir en servicios comunitarios y sociales para mitigar los problemas estructurales que fomentan la violencia.
Estados Unidos tiene menos del 5% de la población mundial y, sin embargo, cuenta con casi el 25% de todos los presos. La encarcelación masiva tiene consecuencias devastadoras—raciales, económicas y sociales—y no nos brinda mayor seguridad. La encarcelación masiva también destroza familias y comunidades, perjudica de forma desproporcionada a la comunidad latina, negra y asiática, y cuesta a los contribuyentes 260,000 millones de dólares al año.
Ante estos datos, urge reducir los excesos punitivos de nuestras leyes.