Resumen ejecutivo y recomendaciones
Las elecciones en los Estados Unidos están bajo una gran presión durante 2020. La crisis por la pandemia de Covid-19 ha creado nuevas dificultades para las autoridades electorales, que se han visto obligadas a realizar cambios de último momento en el proceso electoral, por lo general con recursos que ya estaban al límite. Los cambios realizados a causa de la pandemia se han vuelto un problema electoral en sí mismos porque algunos actores políticos dañinos usaron esos cambios para sembrar la confusión y beneficiar a su partido político. Han hecho circular mentiras para engañar a ciertos grupos y evitar que vayan a votar, y, gracias a las redes sociales, estas prácticas engañosas pueden llegar de inmediato a muchísimas personas. Los expertos advierten que las potencias extranjeras han aprendido de los esfuerzos de Rusia de intervenir en las elecciones de 2016 y este año intentarán influenciar a escondidas al electorado estadounidense.
Las autoridades electorales estatales y locales desempeñan un papel fundamental a la hora de defender a las elecciones federales de estas amenazas y proteger a la ciudadanía estadounidense de la posibilidad de perder su derecho al voto debido a la desinformación. Las compañías de internet y el público en general también pueden tomar medidas para combatir estas prácticas engañosas, la intimidación al votante y otras formas digitales de supresión del voto. En todos los casos, la información precisa y correcta que proviene de fuentes oficiales de confianza es el mejor antídoto contra la desinformación electoral.
Resumen de las recomendaciones
Las autoridades electorales deberían:
- Diseñar planes y procedimientos para transmitir información que corrija la desinformación. Elaborar planes por escrito para divulgar información correcta sin repetir falsedades. Establecer canales de comunicación con el público y actores fundamentales, como grupos comunitarios, candidatos y medios de comunicación.
- Publicitar las fuentes oficiales de información correcta para cultivar la confianza del público. Diseminar información a través de fuentes confiables, como sitios web y correos electrónicos oficiales, publicidad y cuentas de redes sociales activas y verificadas por la plataforma.
- Proteger a las fuentes oficiales de posibles hackeos y manipulaciones. Aumentar la seguridad de los sitios web y las cuentas oficiales en las redes sociales para que no se utilicen para engañar al electorado, implementando las mejores prácticas de ciberseguridad, tales como controles de acceso rigurosos, autentiticación multifactor y procedimientos de protección contra la suplantación de identidad (anti-phishing).
- Monitorear todo esfuerzo de desinformación. Rastrear activamente cualquier falsedad que se publique sobre las elecciones, establecer canales donde el público pueda denunciar casos de desinformación digital, trabajar en conjunto con las compañías de internet y participar en redes de distribución de información.
- Crear vínculos con la comunidad y los medios de comunicación. Entablar el diálogo con el público mucho antes de las elecciones, incluso en otros idiomas, para facilitar la comunicación antes de que ocurran los hechos. Crear vínculos con los medios de comunicación locales y étnicos.
Las compañías de internet deberían:
- Brindar información sobre cómo votar con anticipación.
- Mantener los canales abiertos para denunciar casos de desinformación.
- Eliminar toda información falsa sobre las elecciones, pero conservar los datos.
- Proteger las cuentas y los sitios web oficiales.
- Divulgar información que corrija las falsedades a los usuarios afectados por la desinformación.
El gobierno federal debería:
- Promulgar la Ley de Prevención de Prácticas Engañosas e Intimidación al Votante (Deceptive Practices and Voter Intimidation Prevention Act).
- Divulgar datos sobre los casos de desinformación y ayudar a diseminar la información correcta.